Este domingo, 17 de agosto, se conoció el caso de unos turistas mexicanos que vivieron una pésima experiencia en su viaje a Cartagena, por cuneta de una estafa durante un paseo en lancha que contrataron para ir a Tierrabomba, en la zona insular de la heroica.
De acuerdo con las versiones de los turistas extranjeros, cuando se encontraban disfrutando de las playas en Bocagrande, los contactaron dos operadores turísticos y les ofrecieron llevarlos a una playa en la isla de Tierrabomba.
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Turistas mexicanos denunciaron estafa en viaje a Tierranbomba en Cartagena
Según el acuerdo al que llegaron inicialmente, debían pagar por el consumo que hicieran en el lugar, y el transporte de la lancha por ida y vuelta sería de 80.000 pesos.
Sin embargo, cuando ya estaban de regreso a la Cartagena, luego de estar cerca de una hora y 30 minutos en una playa conocida como ‘Paraíso de sol’, en altamar los amenazaron los conductores de la embarcación y otras tres personas que se subieron a la misma, para que pagaran 1.800.000 por el supuesto uso de las instalaciones de la playa, lo que nunca estuvo pactado en la negociación inicial.
“En el regreso de la isla Paraíso del sol, una las persona que nos acompañó durante todo el trayecto nos indicó que subiéramos a otra embarcación llamada Shaddai, porque esa sería la embarcación que íbamos a usar para el regreso a Cartagena (...) Durante el trayecto de retorno realizaron una escala a un muelle secundario para que subieran otras tres personas, que fueron cómplices, entre ellos una mujer que llegó con un datáfono”, le relató a Blu Radio, Gretel Miranda, la mexicana afectada.
Luego, aseguró que “apagaron motores y uno de ellos empezó a decirnos que pagáramos la visita de la isla, que habíamos hecho uso de las instalaciones y de todos los club de playa de la isla de Tierrabomba, el cual tenía un costo de 1.800.000 pesos, al cual nosotros nos opusimos al desconocer esto desde un inicio; yo amablemente les ofrecí los 60.000 pesos, que fue el valor del consumo que ya habíamos pagado en el lugar por tres cervezas de las cuales dos fueron consumidas por nosotros y una persona de la lancha”.
Sin embargo, ante las intimidaciones en medio del mar, debieron pagar completo lo que les exigían para que los regresaran a Cartagena.
"Nos empezaron a intimidar, a ser muy groseros, muy agresivos, obviamente es una situación muy tensionante, y a mí solo se me ocurrió entregar mi tarjeta, y la chica que estaba ahí me la arrancó de la mano, y la pasó por el datáfono“, dijo la turista.