Kira Molina Romero, reconocida psicoorientadora de la Institución Educativa Distrital Meira Del Mar, se convirtió en la cuarta víctima mortal del incendio en el conjunto residencial Flores del Recreo, ocurrido el pasado 20 de julio en Barranquilla. La profesional de la salud mental sufrió quemaduras en el 60 % de su cuerpo y, pese a recibir atención médica especializada durante más de una semana, falleció la madrugada de este martes en una clínica del norte de la ciudad debido a la gravedad de sus heridas.
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El siniestro, que dejó un saldo devastador, afectó a cerca de 70 personas, muchas de ellas con lesiones graves por quemaduras o inhalación de humo. Según el último informe de la Secretaría de Salud del Distrito, aún permanecen 10 personas hospitalizadas, cinco de las cuales se encuentran en unidades de cuidados intensivos.
Alcaldía de Barranquilla lanza alerta tras incendio que deja cuatro víctimas fatales
Como consecuencia del incendio, los apartamentos del conjunto fueron desalojados. Las autoridades informaron que algunos residentes deberán mudarse por tres meses, mientras que otros no podrán regresar a sus hogares hasta dentro de seis u ocho meses, dependiendo de la magnitud de los daños causados por el fuego.
Ante la gravedad del incidente, la Alcaldía de Barranquilla, a través de la Secretaría de Gobierno y la Oficina de Gestión del Riesgo, hizo un llamado urgente a todos los administradores, copropietarios y residentes de conjuntos residenciales y edificios regidos por la normatividad de propiedad horizontal. La recomendación fue clara: deben diseñar e implementar planes de gestión del riesgo, como medida preventiva para evitar tragedias similares.
El incendio, que ocurrió en el sótano del edificio ubicado en la calle 61 #41-50, dejó un trágico balance de cuatro personas fallecidas, 45 lesionadas y más de 100 personas afectadas por las consecuencias de la conflagración. Según las autoridades, la implementación de planes como el Plan de Prevención, Preparación y Respuesta ante Emergencias (PPRAE) es fundamental para fortalecer la resiliencia de estos inmuebles.
La administración distrital recordó que, conforme a la Ley 1523 de 2012, la gestión del riesgo es una responsabilidad compartida entre las autoridades y la ciudadanía. En este sentido, todas las entidades públicas, privadas y comunitarias deben desarrollar procesos de conocimiento del riesgo, reducción del riesgo y manejo de desastres, como parte del Sistema Nacional de Gestión del Riesgo de Desastres.
Asimismo, los ciudadanos tienen el deber de actuar con precaución, solidaridad y autoprotección, y de acatar las disposiciones de las autoridades competentes. La Oficina de Gestión del Riesgo reiteró que tanto los residentes como los administradores deben conocer los posibles escenarios de riesgo, adoptar medidas preventivas y participar activamente en capacitaciones y simulacros para estar preparados ante emergencias.
Entre las acciones sugeridas se encuentran la organización de jornadas de formación, el fortalecimiento de habilidades para la atención de emergencias, y la implementación de protocolos internos de respuesta mientras llegan los organismos de socorro del Distrito.
Finalmente, la Oficina de Gestión del Riesgo ofreció su acompañamiento y asesoría técnica a todas las comunidades interesadas, a través de su sede electrónica https://barranquilla.gov.co/atencion-al-ciudadano/pqrsd. El objetivo es convertir a los edificios y conjuntos residenciales en espacios más seguros y menos vulnerables, fomentando una cultura de prevención y acción efectiva frente a posibles emergencias.