Una noche de tragos, música y vecinos terminó teñida de sangre en el municipio de Soplaviento, Bolívar. Edwin Castillo Guzmán, de 46 años, falleció el viernes 16 de mayo tras pasar seis días internado en la Clínica Madre Bernarda de Cartagena, víctima de una brutal agresión cometida por su pareja, Marelvis Palomino Estrella, de 50 años.
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El crimen ocurrió el sábado 10 de mayo en el barrio Zarabanda, durante una reunión social en la que la pareja compartía bebidas alcohólicas con otros vecinos. De acuerdo con el reporte oficial de la Policía de Bolívar, Marelvis inició una discusión con otros asistentes, y al sentirse sola en el enfrentamiento, exigió a su pareja que la defendiera. Ante la negativa de Edwin de sumarse a la disputa, Marelvis rompió una botella de vidrio y lo atacó, hiriéndolo gravemente en el cuello con el pico.
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Los gritos alertaron a los presentes, quienes rápidamente llamaron a las autoridades mientras la mujer huía por una zona boscosa cercana. No tardó mucho en ser localizada y capturada por agentes de la Policía, quienes la encontraron en estado de alteración. En ese momento, fue puesta bajo arresto por el delito de violencia intrafamiliar.
La herida que acabó con la vida de Edwin
Debido a la gravedad de las lesiones, Edwin fue trasladado desde el centro de salud local hasta Cartagena, donde permaneció internado en estado crítico. Durante seis días, médicos intentaron estabilizarlo, mientras su familia mantenía la esperanza de que pudiera recuperarse. Sin embargo, el viernes en horas de la tarde, se confirmó su fallecimiento.
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Con la muerte de Edwin, la Fiscalía reconfiguró los cargos que enfrenta Marelvis Palomino, quien ahora será procesada por homicidio. La audiencia de imputación y solicitud de medida de aseguramiento fue programada para el martes 20 de mayo. “La señora fue capturada por la patrulla de vigilancia; luego le fue legalizada la captura por un juez de Control de Garantías”, indicó la Policía de Bolívar en un comunicado.
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Un crimen que estremece a Soplaviento
El asesinato ha causado conmoción en la pequeña comunidad del norte bolivarense, donde Edwin era ampliamente conocido y querido. Vecinos y amigos han expresado su dolor por la inesperada pérdida. En redes sociales circularon mensajes que recordaban su alegría, amabilidad y carácter pacífico. “La vida se nos va en un instante. Qué tristeza, vecino Edwin Castillo Guzmán. Una persona que irradiaba alegría y dejaba huellas de luz por donde pasaba”, escribió una allegada.
Autoridades piden tolerancia
El comandante de la Policía del departamento, coronel Alejandro Reyes Ramírez, se pronunció tras el hecho, reiterando el llamado a la resolución pacífica de conflictos y condenando el uso de la violencia:
“Este lamentable caso debe servir como un llamado a la reflexión. Hay que procurar resolver las diferencias mediante el diálogo. El consumo excesivo de alcohol y la falta de autocontrol no pueden seguir segando vidas. Como sociedad, debemos fomentar el respeto, la empatía y la tolerancia.”
La muerte de Edwin Castillo Guzmán pone sobre la mesa una problemática constante en muchas regiones del país: la violencia intrafamiliar y los conflictos que escalan trágicamente en contextos de consumo de alcohol. Aunque en este caso la agresora fue una mujer, las autoridades reiteran que la violencia de pareja no distingue género, y debe ser prevenida y sancionada con igual firmeza.
Mientras tanto, la familia de Edwin clama justicia y espera que este caso no quede impune. “Era un hombre bueno, trabajador, un ser humano que no merecía morir así”, expresó uno de sus hermanos ante medios locales. La comunidad de Soplaviento prepara homenajes para despedirlo en los próximos días.
