Un profundo sentimiento de frustración recorre la vereda San Andrés, en Chinchiná (Caldas), donde José Ramírez, un pastor cristiano, fue capturado por la comunidad luego de que su hijastra de 13 años escapara tras haber sido violada. El caso, que fue rápidamente judicializado, desató una nueva polémica: el agresor no fue imputado por tentativa de feminicidio, a pesar de que la víctima declaró que “me violó y me iba a matar”.
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La imagen de la adolescente huyendo entre caminos destapados, con cinta adhesiva en su cuerpo, mientras su padrastro la perseguía, generó indignación en todo el país. A ello se sumó el hallazgo de un hueco cavado a pocos metros de la vivienda, que para muchos evidencia la intención clara de asesinarla y desaparecer su cuerpo. Sin embargo, la acusación se limitó a los delitos de acceso carnal abusivo con menor de 14 años y secuestro agravado, lo que provocó rechazo entre sectores sociales y comunitarios.
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¿Por qué no se le imputó tentativa de feminicidio?
Julián Andrés Martínez, abogado de la víctima y su madre, ofreció una explicación jurídica detallada:
“Según el artículo 104A del Código Penal colombiano, el feminicidio es el homicidio de una mujer por su condición de ser mujer o por motivos relacionados con su identidad de género...”
Y agregó:
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“Ahora también es posible imputar feminicidio en grado de tentativa cuando existe una Historia Clínica que infiera que la mujer estuvo al borde de la muerte y que, de no ser por las labores de los galenos, hubiera muerto, siempre y cuando también se demuestre que eso se dio con ocasión a su condición de mujer”.
En el caso de esta menor, el abogado aclaró que:
La reacción comunitaria y el significado simbólico del caso
El hecho de que el agresor fuera un pastor evangélico, líder espiritual y moral en su comunidad, ha dado una dimensión aún más sensible al caso. La comunidad, tras capturarlo, evitó que huyera y lo entregó a las autoridades, aunque no sin antes agredirlo. Para muchos habitantes, la exclusión del cargo de tentativa de feminicidio representa una falla del sistema judicial que ignora el contexto real del intento de asesinato.
“Me violó, me violó y me iba a matar”, declaró la niña a uno de los vecinos que la rescató, lo que para muchos es evidencia clara de una tentativa de feminicidio que fue subestimada por el sistema judicial.
Las penas que enfrentará el agresor
Aunque el delito de feminicidio no fue imputado, José Ramírez podría recibir una pena superior a los 40 años, al sumarse los cargos de acceso carnal abusivo agravado y secuestro. La Fiscalía continúa con la recolección de pruebas y el seguimiento médico de la menor, que permanece bajo protección del Instituto Colombiano de Bienestar Familiar (ICBF).