Red Eléctrica ha descartado que el apagón eléctrico que afectó este lunes a buena parte de la España peninsular haya sido provocado por un ataque de ciberseguridad. Según los análisis preliminares, no se ha detectado ninguna intrusión en los sistemas de control que pudiera haber originado el corte masivo de suministro.
PUBLICIDAD
Para leer. El apagón de España perjudicó la audiencia contra Álvaro Uribe: uno de sus abogados no se presentó
El incidente, que tuvo lugar sobre las 12:33 horas (10:33 GMT), provocó la interrupción del servicio eléctrico en amplias zonas del país, así como una cadena de afectaciones en la movilidad, las comunicaciones y múltiples sectores económicos. No obstante, Red Eléctrica de España (REE) ha identificado dos pérdidas de generación independientes ocurridas poco antes del apagón, las cuales podrían estar relacionadas con lo sucedido.
Durante una rueda de prensa, el director de Servicios a la Operación de REE, Eduardo Prieto, explicó que se detectó un “elemento compatible con una pérdida de generación” en la región suroeste de la península, que fue superado sin mayores consecuencias. Sin embargo, 1,5 segundos después, se registró otro fenómeno similar en el sistema eléctrico, que 3,5 segundos más tarde derivó en oscilaciones que coincidieron con el inicio del apagón.
Según Prieto, aunque aún se manejan conclusiones preliminares, existe la posibilidad de que la generación afectada haya sido solar, aunque hizo un llamado a evitar especulaciones mientras se completa la investigación. En cualquier caso, destacó que el sistema eléctrico ya opera con normalidad, estabilidad y seguridad.
El impacto fue significativo. Datos actualizados en tiempo real por Red Eléctrica revelaron un colapso súbito de la demanda eléctrica justo a las 12:30 horas. La red no solo sufrió la desaparición de 15 gigavatios de potencia —equivalente al 60% del suministro nacional en ese momento—, sino que también se produjo una afectación inmediata en otros servicios esenciales.
El apagón generalizado provocó la paralización del transporte ferroviario en todo el país. Un total de 116 trenes quedaron detenidos en las vías, afectando a unos 30.000 usuarios. Las líneas de Cercanías y los metros de ciudades como Madrid, Barcelona y Valencia se vieron interrumpidas, causando grandes aglomeraciones y retrasos.
PUBLICIDAD
En algunos casos, los pasajeros tuvieron que ser rescatados directamente de los vagones en plena vía. Muchas estaciones permanecieron abiertas durante la madrugada para ofrecer cobijo a los viajeros varados. Según datos del Ministerio de Transportes, se ha brindado asistencia a cerca de 35.000 personas atrapadas en los trenes.
En contraste, las carreteras no presentaron incidencias graves más allá de congestiones severas durante las horas pico, en parte por la desconexión de semáforos y otros elementos de control vial. Sin embargo, el mayor problema continúa siendo la situación del transporte ferroviario, cuya recuperación avanza de forma lenta.
Desde el Gobierno, el presidente Pedro Sánchez aseguró que se mantiene un análisis exhaustivo para determinar las causas potenciales del suceso. Aunque no se descarta ninguna hipótesis, reiteró que se trata de un evento “absolutamente excepcional” y confió en que para el martes todo el servicio eléctrico quede completamente restablecido.
En el plano institucional, el rey Felipe VI presidió una reunión del Consejo de Seguridad Nacional en el Palacio de la Moncloa, sede del Gobierno. Esta fue la segunda reunión del lunes sobre la crisis, y contó con la participación de diez ministros, el jefe del Estado Mayor de la Defensa y la directora del Centro Nacional de Inteligencia (CNI).
Una de las pocas noticias positivas fue que los territorios insulares —Baleares y Canarias, así como las ciudades autónomas de Ceuta y Melilla— no se vieron afectados por el apagón, al contar con sistemas eléctricos independientes del sistema peninsular.
A pesar de que el origen exacto del suceso todavía está bajo investigación, Red Eléctrica subraya que no existen indicios de un ciberataque y que el fallo parece estar relacionado con condiciones técnicas específicas del sistema. El gestor ha insistido en la importancia de esperar los informes definitivos antes de emitir valoraciones concluyentes.
La magnitud del incidente ha encendido las alarmas sobre la resiliencia del sistema eléctrico nacional y la necesidad de reforzar la infraestructura energética ante un panorama cada vez más dependiente de las energías renovables y más expuesto a fluctuaciones inesperadas.
