El expresidente Juan Manuel Santos estuvo en la Universidad Militar participando en un conversatorio de seguridad en la cual criticó duramente al gobierno del presidente Gustavo Petro por las decisiones que ha tomado frente a la paz total.
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En su intervención recordó su paso por la Presidencia y por el Ministerio de Defensa, cartera en la que estuvo durante el gobierno del expresidente Álvaro Uribe.
Así mismo, recordó que cuando llegó a la Presidencia su intención fue trabajar sobre el camino que había trazado el expresidente Uribe. De hecho, recordó que mantuvo a varios de los funcionarios del gobierno inmediatamente anterior al suyo.
Más adelante, aprovechó para lanzarles pullas a sus sucesores en la Presidencia y su actitud frente a la seguridad de Colombia. Para el exmandatario, ambos privilegiaron la lealtad de los altos mandos por encima de sus capacidades para ocupar esos cargos.
“Ninguno de los dos últimos dos gobiernos ha tenido una política clara de seguridad efectiva. Y eso lo demuestran los resultados. Hoy hay más de 400 municipios controlados por las bandas criminales”, expresó Santos.
Según sus consideraciones, tanto el expresidente Iván Duque como el presidente Gustavo Petro mostraron un flaco liderazgo de la Fuerza Pública.
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“Los grupos armados aprovecharon la situación y se fortalecieron”: Santos
Más tarde, el expresidente Santos arremetió contra la paz total del actual Gobierno y consideró que faltó planeación para garantizar que estas negociaciones llegaran a buen puerto. Además, sostuvo que no hubo claridad sobre el marco jurídico que tendrían.
“Se sentaron con 14 grupos al mismo tiempo sin tener la más mínima idea de hacia dónde querían ir. Por supuesto, estos grupos aprovecharon esa situación y se han venido fortaleciendo”, explicó Santos.
Además, mencionó algunas problemáticas como el asesinato de firmantes de paz que dejaron las armas y hoy enfrentan riesgos de seguridad considerables.
Luego, reflexionó sobre la consolidación de las disidencias de las Farc, a las cuales tildó de ser “un grupo de traquetos”. Sin embargo, sostuvo que tuvieron la oportunidad de fortalecerse. Entre otras cosas, arremetió contra el excomisionado de Paz, Danilo Rueda.
“Eran un grupo pequeño y disperso. Pues el comisionado de Paz de este Gobierno, el primero, háganme el favor, con los helicópteros del Estado fue recogiendo a los voceros de diferentes grupos criminales que se hacían llamar disidencias en las diferentes regiones del país y (SIC) los llevaron en abril del 2023 al Yarí. Ahí les dieron el reconocimiento de ‘Estado Mayor Conjunto de las Farc’. O sea que el propio gobierno organizó a las disidencias y mire los resultados”, aseguró Santos.
La consolidación de las disidencias de las Farc
Si bien es cierto que la mayoría de integrantes de las desaparecidas Farc se sumaron al proceso de paz del gobierno Santos, las declaraciones del expresidente tienen matices.
Por ejemplo, la responsabilidad de la consolidación de las disidencias de las Farc en distintos territorios del país no recae únicamente en el actual gobierno. De hecho, esos grupos armados venían adelantando acciones violentas desde 2016, cuando Santos aún era presidente.
Un informe de la Fundación Ideas para la Paz (FIP) muestra incluso que para el 2018 estimaban que las disidencias tenían alrededor de 1.200 miembros.
“Aunque la FIP reconoce que el Estado ha definido marcos de acción específicos de lucha contra las disidencias —como el “Plan Orus”, la Operación Perseo, la Operación Éxodo y la Directiva 037 del Ministerio de Defensa, entre otros—, lo cierto es que, lejos de desaparecer, la amenaza que representan se mantiene. Por eso, no es clara la pertinencia y viabilidad de las estrategias empleadas hasta ahora", sostuvo la FIP en un informe publicado en abril de 2018, cuando a Santos aún le quedaban cuatro meses en la Presidencia.
Durante el gobierno de Iván Duque estos grupos consolidaron su presencia en el territorio nacional y han continuado su crecimiento durante el presente Gobierno de Gustavo Petro apoyados en fenómenos como la falta de presencia estatal en zonas rurales dispersas, las dificultades en la implementación del Acuerdo de Paz y la creciente proliferación del narcotráfico en Colombia.
