El clima político en Colombia se volvió aún más tenso tras la carta enviada por el excanciller Álvaro Leyva al presidente Gustavo Petro, en la que acusa al mandatario de comportamientos irregulares y señala directamente a miembros de su gabinete. Entre los señalamientos más fuertes, Leyva aludió a presuntas desapariciones del presidente durante una visita oficial a Francia, sugiriendo que estas estarían relacionadas con problemas de drogadicción.
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La carta, publicada el 23 de abril, no solo encendió las alarmas entre los sectores opositores, sino que también provocó reacciones dentro del propio Gobierno. Una de las voces más contundentes fue la de Cielo Rusinque, ministra encargada de Comercio, quien no dudó en defender al jefe de Estado y en lanzar duras críticas contra Leyva.
“Llegó al ocaso de su vida, perdiendo lo que nunca se debe perder: la dignidad y el decoro”, escribió Rusinque en su cuenta de X.
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En su mensaje, la funcionaria fue más allá y calificó el contenido de la carta como “hipócrita” y carente de fundamentos sólidos:
“La carta enviada por el señor Leyva, además de carecer de cualquier interés ‘literario’, es una prueba de su hipocresía, falta de rigurosidad intelectual, moralismo oportunista y orfandad de poder”.
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Rusinque también defendió la figura del presidente Petro, al destacar su perfil como estadista:
“Es un hombre culto, con curiosidad intelectual, sensibilidad artística y sentido de la escucha. Cualidades que son extrañas en la oligarquía colombiana”.
Además, criticó que Leyva, tras haber sido parte del gabinete, ahora actúe como detractor sin haber propuesto nada significativo durante su gestión:
“Siempre, incluso desde antes de ser gobierno, he podido tener con el Presidente una conversación fluida, interesante, constante. Leyva, que en dos años nunca tuvo nada que decir, ahora se queja por no haber sido escuchado”.
Reacciones desde el Congreso: más voces se suman al rechazo
El representante a la Cámara por el Pacto Histórico, David Racero, también se sumó a la ola de respuestas dirigidas al excanciller. En un mensaje igualmente contundente, cuestionó las intenciones detrás del documento:
“Tan absurdo como delirante. Toda esa carta aparentando expiar culpas propias y ajenas sólo para pedir una cita al presidente. ¿Qué es lo que pretende Leyva?”.
Y agregó: “Ante un ocaso sin reflectores, se apela al truco fácil de atacar a Petro con mentiras. La frase de Enrique de Borbón ‘París bien vale una misa’ hoy se actualiza: París bien vale perdérsele a Leyva”.
La carta de Álvaro Leyva, que inicialmente parecía una reflexión personal, ha desencadenado un torbellino político que visiblemente fractura antiguos vínculos dentro del Gobierno. Mientras tanto, desde el círculo cercano a Petro, las respuestas no solo defienden al presidente, sino que dejan entrever una intención clara de marcar distancia con el exfuncionario.
