El Vaticano compartió detalles conmovedores sobre las últimas horas de vida del papa Francisco, fallecido el lunes 21 de abril a los 88 años, víctima de un ictus cerebral que derivó en un coma e insuficiencia cardiocirculatoria. Su muerte fue descrita como “discreta, casi repentina, sin largos sufrimientos ni alarma pública”.
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Solo unas horas antes de su deterioro, el pontífice protagonizó un emotivo encuentro con miles de fieles durante el Domingo de Resurrección. De forma inesperada, decidió asomarse al balcón principal de la Basílica de San Pedro para ofrecer su bendición y recorrer la plaza en el papamóvil, saludando a más de 50.000 personas congregadas para las celebraciones de Semana Santa.
Ese día, con tono íntimo, Francisco expresó a su enfermero personal, Massimiliano Strappetti:“¿Crees que puedo lograrlo?”, reveló Vatican News.
Horas después de esa jornada luminosa, y tras cenar y descansar en su residencia de Santa Marta, comenzaron los síntomas de lo que sería su última afección. Fue cerca de las cinco de la mañana cuando el Papa mostró signos de enfermedad. A pesar de la gravedad, aún tuvo fuerzas para dirigir un último gesto lleno de simbolismo hacia quien estuvo a su lado en los momentos más íntimos.
“Después de hacer un gesto de despedida con la mano al señor Strappetti, que estaba acostado en la cama de su apartamento del segundo piso de la Casa Santa Marta, el Papa entró en coma”, detalló Vatican News.
Homenaje público y exequias
El Vaticano ha organizado un emotivo calendario para la despedida del pontífice. A partir del miércoles 23 de abril, el cuerpo será trasladado a la Basílica de San Pedro, donde los fieles podrán rendirle homenaje durante tres días. Las exequias están previstas para el sábado 26 de abril a las 10:00, en una ceremonia que tendrá lugar en la plaza de San Pedro. Según su voluntad, Francisco será enterrado en la Basílica de Santa María la Mayor.
