Una de las consecuencias de la dictadura de Nicolás Maduro es el aislamiento internacional en que está sumida Venezuela. Tras las últimas elecciones presidenciales, donde el ex segundo de Hugo Chávez se reeligió en unos comicios que fueron desestimados por la mayoría de los países de la región y potencias como Estados Unidos y la Unión Europea.
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Maduro, de hecho, casi no deja el territorio que controla bajo un régimen que día a día es más corrupto. Pero el gobierno de Argentina pretende aumentar aún más la presión sobre la dictadura chavista, así lo revela InfoBae.
La reacción de Milei por el asedio a la embajada
Argentina intensificará su postura frente al régimen de Nicolás Maduro tras el reciente asedio a su embajada en Caracas.
El gobierno de Javier Milei, junto con la canciller Diana Mondino, lanzó una ofensiva diplomática con el objetivo de aislar a Venezuela de los principales organismos internacionales de América Latina.
Esta estrategia busca denunciar las violaciones a los derechos humanos y el fraude en las últimas elecciones presidenciales venezolanas, celebradas el 28 de julio.
La situación en Caracas escaló cuando el régimen de Maduro rodeó la embajada argentina, donde se encuentran refugiados seis opositores políticos del chavismo.
La respuesta del gobierno argentino no se hizo esperar: exigió a la Corte Penal Internacional (CPI) la detención de Maduro y sus principales colaboradores.
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Este acto ha profundizado el aislamiento de Venezuela en la región, con varios países expresando su rechazo al accionar de la dictadura.
Argentina apunta a la Celac
Uno de los principales escenarios en los que Argentina está presionando a Venezuela es la Comunidad de Estados Latinoamericanos y Caribeños (Celac).
Durante una reciente reunión, la canciller Mondino solicitó la aplicación de la “Convención de Caracas sobre Asilo Político de 1954″, exigiendo un salvoconducto para los refugiados en la embajada argentina.
Además, Argentina está promoviendo una “cláusula democrática” en el Consenso de Brasilia, un espacio que reúne a los países sudamericanos.
La propuesta, que será debatida a finales de septiembre, busca establecer mecanismos de mediación en casos donde se violen los principios democráticos y, en última instancia, suspender a los países que incumplan con estos estándares.
Esta iniciativa podría llevar a la expulsión de Venezuela de este foro regional, consolidando el aislamiento de Caracas en el ámbito internacional.
Presión internacional llega a la ONU
A nivel global, el gobierno argentino también tiene previsto llevar su lucha contra el régimen de Maduro a la Asamblea General de las Naciones Unidas.
En este espacio, Milei y Mondino planean reforzar las denuncias por el fraude electoral en Venezuela y la represión a la oposición.
La delegación argentina buscará sumar apoyos para que el régimen de Maduro sea expulsado de los foros internacionales y se incremente la presión sobre su gobierno.
A esta arremetida diplomática argentina en contra de la dictadura ya se han sumado otras nacionales sudamericanas, como Chile, Paraguay y Perú. Mientras países como Colombia, Brasil y Bolivia se mantienen en duda, en medio de la fuerte represión que enfrenta el pueblo venezolano.