El cabo tercero Francisco José Pardo Olivero, suboficial del Ejército Nacional, se quitó la vida con su arma de dotación en la base militar de Facatativá, departamento de Cundinamarca, en horas de la madrugada de este miércoles 19 de junio. Al parecer, era víctima del acoso constante de uno de sus superiores, a quien presuntamente no le gustaba que fuera costeño. El padre del joven aseguró que habían notificado tanto al Ministerio de Defensa, Fuerzas Militares y al Ejército Nacional; pero evidentemente no actuaron con diligencia.
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Franklis Asís Pardo Jiménez, padre del joven, habló con Semana y relató que su hijo era víctima del acoso desde hacía varios meses.
Soldado que se quitó la vida había denunciado que era víctima de acoso
El pasado 23 de marzo de 2024 envió una carta al Ministerio de Defensa Nacional, que tiene sello de recibido hasta el 1 de abril, en la que relata lo que está sucediendo e indica los detalles del acoso del que era víctima.
“Solicito respetuosamente al señor mayor Andrés Felipe López Ayala, ejecutivo y segundo comandante del Batallón de Apoyo y Sostenimiento para las comunicaciones, por presunto acoso, hostigamiento y persecución en contra del señor C3 Pardo Olivero Francisco José, el día 23 de marzo de 2024″, dice la primera parte de la carta que dirigió hace un par de meses buscando darle solución a su situación.
Luego relata que fue hostigado delante de sus compañeros con frases como: “qué pasa que no pide la baja, qué espera si me dio la palabra”.
“Esa es una de las situaciones que vivo enfrentando a diario, así como el odio que tiene a las personas de la región Caribe, ya que él no comprende la inclusión cultural”, agregó.
La carta no logró abrir las puertas necesarias para evitar el trágico final del soldado, que decidió acabar con su vida, sin antes enviarle a sus familiares videos y audios despidiéndose.
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“No aguanto, me voy de por vida”, dice en uno de los videos que circulan en las redes sociales.
¿Cómo evitar un intento de suicidio?
Existen diferentes fuentes potenciales de ayuda, algunas se encuentran en nuestro círculo cercano, pero otras están disponibles a cualquier ciudadano.
Entre el primer grupo podemos encontrar apoyo en los familiares cercanos, los amigos, profesores o adultos de confianza. En el segundo incluimos a las líneas de atención telefónica en salud mental, los consejeros escolares o docentes orientadores de las instituciones educativas, los profesionales de la salud (medicina, psicología, trabajo social, terapeuta ocupacional y otras disciplinas), centros de escucha, zonas de orientación escolar y universitaria, y a los líderes espirituales, entre otras alternativas.
Signos de alarma de conducta suicida:
Esté atento si observa alguno de los siguientes comportamientos en una persona.
- Presencia de pensamientos o planes de autolesión en el último mes o acto de autolesión en el último año
- Alteraciones emocionales graves
- Desesperanza
- Agitación o extrema violencia
- Conducta poco comunicativa
- Aislamiento social
