En las últimas horas, una pareja de ladrones que se movilizaban en una motocicleta fueron atrapados en flagrancia mientras intentaban cometer un nuevo hurto en inmediaciones del Centro Comercial Megamall y la plaza de mercado, en Santander. En medio de la persecución de la comunidad, los delincuentes se vieron en la necesidad de huir y dejar su motocicleta tirada.
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Al parecer, los sujetos estaban intentando atracar un local de cosméticos ubicado en la Calle 31 con Carrera 33 en el barrio Quinta Dania, zona comercial de la ciudad. Según testigos, en medio del ataque, uno de los delincuentes amenazó y golpeó a una de las empleadas del local para despojarla de los elementos de valor. Una vez logró su ‘cometido’, el bandido intentó escapar. Sin embargo, la comunidad se percató por los gritos de auxilio, por lo que se desató una persecución.
La gente en medio de la rabia quemó la motocicleta y capturó a uno de los delincuentes y lo golpearon ‘sin compasión’.
Ante los hechos, la Policía Nacional de Colombia recomienda detener, pero nunca agredir a los señalados. Pues en Colombia, la vida es un derecho Constitucional. Por lo tanto, quienes maltraten o atenten contra la integridad física de alguien podrían enfrentarse a un lío jurídico.
Otros casos de inseguridad en Santander
Un impresionante intento de hurto con arma de fuego quedó registrado en cámaras de seguridad. Los hechos ocurrieron en un reconocido sector comercial del municipio de San Gil, Santander. Como si se tratara de una escena de ficción, el ladrón se acercó a un hombre que acababa de salir de una entidad bancaria e intentó robarlo. Sin embargo, al sujeto se le bloqueó la pistola de manera milagrosa y la víctima se salvó. Por fortuna, no se desató una tragedia.
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La víctima era un hombre de 33 años de edad que se encontraba retirando un dinero del banco. Una vez salió del lugar, se subió a su vehículo. En ese momento, un delincuente a bordo de una motocicleta los abordó para despojarlo del dinero. Según la víctima, el bandido le pidió entregar el dinero, pero se negó y le dijo no tener nada. De inmediato el delincuente no dudó en accionar su arma para asesinarlo y de manera milagrosa el gatillo se atascó.
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