El diario londinense, The Telegraph, publicó un reciente artículo sobre un repudiable hecho de abuso sexual que tuvo lugar en Francia. Una mujer fue víctima de violación por diez años, por cerca de 50 hombres que fueron contactados por su propio esposo a través de una aplicación llamada “à son insu” (“sin que él / ella lo sepa”), una plataforma donde autoridades han encontrado contenidos pedófilos, racistas o antisemita. Allí, el victimario, un pensionado con tres hijos adultos, ofrecía relaciones sexuales no consensuadas con su esposa.
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Una vez aceptaban, los violadores -entre los 26 a 73 años y que se desempeñaban como bombero, camionero, concejal, informático en un banco, guardia de prisiones, enfermero y periodista- debían estacionarse cerca de un colegio, caminar a oscuras hasta la casa para no ser vistos por vecinos, y una vez ingresaban debían lavarse las manos con agua caliente, desvestirse en la cocina para no dejar ropa en el dormitorio y evitar el uso de loción o haber fumado con anterioridad. Esto último, pues podría despertar a la víctima que previamente era drograda por su esposo por medio de la comida que cenaba.
Sin bastarle, el victimario grababa el abuso sexual en una USB que fue descubierta por la Policía con imágenes que estaban nombradas como “Abusos”. “Él insistió en que ninguno de los hombres que llegaron a su casa desistió de realizar actos sexuales con su esposa dado su estado. Nunca usó violencia o amenazas contra nadie para que se cometieran violaciones. Cada individuo estaba en posesión de su libre albedrío para detener estos actos y marcharse”, indicaron los fiscales encargados del caso.
Así las autoridades pusieron fin al abuso sexual por 10 años a una mujer
Cuando la Policía de Francia adelantaba una investigación en 2020 contra Dominique P por grabar a mujeres en los vestuarios de un supermercado local a través de una cámara oculta, descubrieron los videos secretos y le contaron todo a Françoise (nombre cambiado por seguridad).
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Fue en ese momento que empezó a reconstruir el pasado y enlazar síntomas frecuentes de fatiga y “distracción” por los ansiolíticos con los que era drogada.
Tras describir las aberrantes violaciones, la mujer acudió al médico, donde lamentablemente le fue diagnosticado cuatro enfermedades de transmisión sexual.
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Dominique P, quien se declaró inocente, permanece en la cárcel por “violación agravada y administración de sustancia química a su expareja”. Y será juzgado en 2024.
Líneas de atención por violencias basadas en género
155: Orientación nacional a mujeres
141: ICBF
018000112137 o Whatsapp 3007551846 : Línea Púrpura
314 7709729 - 315 8942140: Sisma Mujer
123: línea de emergencia
122: Fiscalía
