La policía en Guyana consultó con la fiscalía sobre qué cargos presentar contra una niña sospechosa de provocar el incendio en un dormitorio escolar que causó la muerte de 18 alumnas y un niño.
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Las autoridades creen que una niña de 14 años (quien resultó herida en el incidente) prendió el fuego, enfurecida porque una administradora le confiscó su teléfono celular.
Había 57 alumnas en el dormitorio hecho de madera, hormigón y con barras de acero ubicado al lado de un internado para niñas de aldeas indígenas en Mahdia, en el sudoeste de Guyana. La mayoría de las víctimas tenían entre 12 y 18 años. El siniestro mató a 18 alumnas y a un niño de cinco años que era el hijo de la administradora del plantel. Veintiocho alumnas fueron atendidas en hospitales, informó la policía.
Las investigaciones hasta el momento “arrojan que una alumna es sospechosa de haber provocado el devastador incendio porque la administradora de la residencia y una maestra le habían confiscado su teléfono celular”, dice una nota de prensa de la policía.
La policía entrevistó a sobrevivientes y que recogió evidencias para entregarlas a la fiscalía, para la eventual instrucción de cargos.
La policía y otras fuentes mencionaron que la sospechosa, que debe ser dada de alta del hospital esta semana, tiene 14 años. Sin embargo, funcionarios de bomberos que la entrevistaron los últimos dos días sostienen que tiene 15 lo cual, de ser cierto, significa que podría ser enjuiciada como adulto con cargos de homicidio e incendio intencional.
“La entrevistamos y ella no admitió nada”, dijo el subdirector de los bomberos, Dwayne Scotland, a The Associated Press.
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El gobierno organizó una vigilia por las víctimas en Georgetown. Ali anunció que se asignó un ministro de gobierno para cada una de las familias afectadas, para que les puedan prestar cualquier ayuda que necesiten.
Entre los asistentes estaban algunas de las alumnas que habían sido llevadas a hospitales de Georgetown y que posteriormente fueron dadas de alta. Muchas de ellas no pudieron aguantar el llanto cuando se pidió un momento de silencio por las víctimas.
La legisladora Beverley Alert acusó al gobierno por haber llevado a las niñas sobrevivientes a la vigilia, para lo que ella describió como un intento de “anotarse unos puntos políticos”. En un mensaje en las redes sociales, declaró: “Estas niñas sufrieron un trauma enorme, deberían estar con sus familias”.