Una gran noticia nacional y varias reflexiones ha dejado el sermón del sacerdote Fray Fernando Piña, custodio del cuadro de la Virgen del Rosario de Chiquinquirá, en un sermón que dio durante una misa en la Basílica de Nuestra Señora del Rosario de Chiquinquirá, en Boyacá. El propio padre Linero, reconocido en los medios de comunicación, emitió su respuesta al sacerdote.
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En un video, que se ha vuelto viral, el cura Piña no bajó de prostitutas y narcotraficantes a “los paisas” y esto le ha costado varias críticas en redes sociales. “La serpiente astuta parecía paisa, porque vendió el cuento bien vendido... la cultura paisa tiene lo más bueno en este mundo y lo más malo... son líderes o para el bien o para el mal, y ellos lo saben”.
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“¿Dónde hay universidad para prostituirse? En Medellín... El paisa puede vender el pecado como bueno... ¿quién distribuye el microtráfico en Colombia? Los paisas... Pero los mayores líderes espirituales también están allá”, dijo.
Al respecto, Alberto Linero o conocido como ‘Padre Linero‘, exsacerdote, emitió una respuesta en su editorial de este martes 28 de febrero en la que señaló que “no hay que generalizar” porque inevitablemente se termina llegando a los prejuicios y estigmatizaciones.
“El caso del presbítero que peregrinos antioqueños asumieron como una estigmatización, deja en evidencia que tenemos que aprender que no se puede generalizar, que no podemos etiquetar desde los prejuicios o los comportamientos individuales a un grupo social”, dijo en Blu Radio, emisora en la actualmente trabaja Linero.
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Además, señaló que generalizar alimenta los prejuicios y que “quien generaliza no solo distorsiona la realidad, sino que a la vez es injusto con algunas personas en su singularidad. Generalizar en más de una ocasión termina vilipendiando a los otros y haciendo que desde los prejuicios se establezcan las relaciones”.
Linero destacó que lo que sucedió ayudará a cuidar más la manera en la que nos referimos a los demás, “entendiendo que hay que tratarlos a ellos como nosotros quisiéramos ser tratados, y seguro nadie quiere ser tratado mal”. Por último, argumentó que generalizar en los discursos no va en la vía de la construcción de país, que es “una de las deudas que tenemos los colombianos”.
