Lavar los platos es una de las tareas domésticas más odiadas por muchas personas y por eso existen los lavavajillas. Sin embargo, estas máquinas pueden generar una elevada huella de carbono.
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Según las estadísticas, la huella de lavar los platos a mano con poca agua caliente es de 540g. Pero puede aumentar a 770-990g si se utiliza un lavavajillas convencional, que a menudo no elimina todos los microorganismos nocivos que quedan en platos, fuentes y cubiertos.
Por eso, un grupo de investigadores de la Universidad Técnica de Dortmund y la Universidad Técnica de Múnich analizó estas máquinas y las comparó con hipotéticos lavavajillas de vapor sobrecalentado. Descubrieron que estos últimos mataban el 99% de las bacterias de una vajilla en sólo 25 segundos, a diferencia de los convencionales que requieren ciclos mucho más largos.
El modelo de lavavajillas ideal se parece a una caja con paredes laterales sólidas, una abertura superior y una boquilla en la parte inferior. Sobre la boquilla se coloca un plato recubierto con una cepa bacteriana resistente al calor. Cuando el plato alcanza un determinado umbral de temperatura en la simulación, los microorganismos se consideran inactivados.
“El vapor sale de la boquilla a una velocidad muy alta. Podemos ver choques y el flujo turbulento que se crea tiene remolinos y vórtices”, explica a Metro Natalie Germann, coautora del estudio e investigadora de la Universidad Técnica de Dortmund (Alemania).
Las ondas de choque, creadas por la alta velocidad del vapor, se reflejan en las superficies del lavavajillas, por lo que también podrían utilizarse para eliminar eficazmente los restos de comida en el futuro.
Los investigadores creen que su invento costaría más al principio, pero se amortizaría a largo plazo gracias al ahorro de agua, electricidad y detergente. Sería ideal para su uso en restaurantes, hoteles y hospitales, así como en otros lugares que deben cumplir normas de higiene muy estrictas.
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Los autores de la investigación no descartan que este tipo de máquinas puedan utilizarse también en los hogares por los clientes habituales.
“En principio, los lavavajillas de vapor sobrecalentado son una buena opción para todos, incluidos los hogares convencionales”, concluye Germann.
“Nuestro estudio ayuda a determinar la fuerza de los golpes, la posición de los mismos y los vórtices que se crean en el interior del lavavajillas”.
— Laila Abu-Farah, coautora del estudio e investigadora de la Universidad Técnica de Múnich.
25
segundos necesita el lavavajillas de vapor sobrecalentado para matar el 99% de las bacterias de un plato.
Consejos para lavar la vajilla de forma ecológica:
Lavavajillas:
-Ponga el lavavajillas sólo cuando esté completamente cargado, y no utilice ajustes como las medias cargas.
-Elija un ajuste ecológico o una temperatura más baja, si está disponible.
-Cuando compre un lavavajillas nuevo, compruebe la eficiencia energética, los costes de funcionamiento y las emisiones de CO2, y tenga en cuenta la longevidad de la máquina.
Lavado a mano:
-Humedecer la esponja y fregar toda la vajilla a la vez.
-Asegúrate de mantener el agua cerrada mientras friegas.
-Friega los platos a mano de inmediato, para no desperdiciar agua.
-Utiliza un detergente ecológico y natural.
-Utiliza una esponja sostenible o un estropajo reutilizable.
Entrevista
Natalie Germann, coautora del estudio e investigadora de la Universidad Técnica de Dortmund (Alemania).
P: ¿Por qué decidió estudiar la eficacia de los lavavajillas?
- Como ingeniera de procesos, mi atención se centra siempre en el proceso. Me gusta el reto que supone la simulación de un proceso para describir adecuadamente la física subyacente (por ejemplo, la desactivación microbiana, la condensación del vapor, los fenómenos inducidos por el flujo, como los remolinos y los vórtices) en diferentes escalas de longitud y tiempo. Las simulaciones son un gran complemento de los experimentos porque pueden proporcionar información en diferentes lugares del campo de flujo; así, uno no se limita a los datos de los sensores medidos en unos pocos lugares seleccionados. Mi tarea consiste en mostrar lo que ocurre en una aplicación de caja negra como el lavado de vajilla.
P: ¿Qué problemas tienen los lavavajillas convencionales?
- Los lavavajillas convencionales funcionan a unos 60 °C. Ciertas bacterias que se encuentran en los alimentos y que pueden ser muy perjudiciales para el cuerpo humano requieren temperaturas más altas para ser eliminadas.
P: ¿Por qué los lavavajillas de vapor sobrecalentado podrían ser una solución más eficiente y ecológica?
- Nuestra simulación actual se centra en la eliminación de bacterias; el trabajo futuro se centrará en la limpieza de platos y vasos de los restos de comida. Nuestra hipótesis, que queremos confirmar a continuación, es que el uso de vapor sobrecalentado a 180 °C y 10 barios es también mucho más eficaz en el proceso de limpieza. Suponemos que, en comparación con un lavavajillas convencional, se necesita menos agua y menos energía para todo el proceso de limpieza (debido al tiempo de enjuague mucho más corto) y no se utiliza ningún detergente o menos.
P: ¿Dónde se recomienda más el uso de lavavajillas de vapor sobrecalentado?
- La alta limpieza y la seguridad bacteriana son de gran ayuda para su uso en áreas profesionales donde los estándares de higiene son de suma importancia (restaurantes, catering), así como en áreas dirigidas a personas con sistemas inmunológicos debilitados (hospitales o residencias de ancianos).