Este viernes, 13 de mayo, se conoció que un un Tribunal laboral, que está conformado por tres jueces, indicó que decirle a un hombre calvo en su lugar de trabajo es el equivalente a decir algo sobre los senos de una mujer, oor lo que sería acoso sexual, según publicó el medio británico The Guardian.
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La decisión del Tribunal se conoció por el caso de Tony Finn, a quién despidieron después de 24 años de laborar en la empresa British Bung Company, en Reino Unido.
De acuerdo con el medio inglés, Finn presentó la demanda ante los tribunales argumentando que había sido víctima de acoso sexual por parte del supervisor de la fábrica, Jamie King, quien se habría referido a él como “bald cunt”, que se traduce como “coño calvo”, pero en Inglaterra es un insulto que significa como “calvo imbécil”.
Por esta razón, según The Guardian, los jueces que también son calvos, determinaron que esa expresión era una forma de discriminación comparable con la del acoso sexual.
El abogado de la empresa dijo que la calvicie no era una condición específica de los hombres sino que era una enfermedad que se podía presentar en las mujeres. Ante ese argumento, el Tribunal respondió que era cierto, pero que era más frecuente en los hombre por lo que dijo: “Encontramos que está inherentemente relacionado con el sexo”.
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Asimismo, concluyeron que: “Por lo tanto, el tribunal determina que al referirse al demandante como un ‘calvo imbécil’ la conducta del señor King no fue deseada, fue una violación de la dignidad del demandante, creó un ambiente intimidatorio para él, se hizo con ese propósito y relacionados con el sexo del reclamante”.
En la sentencia se concluyó que el despido de Finn fue improcedente y por el lenguaje verbal utilizado contra él, tiene derecho a una compensación económica. Sin embargo, no se especificó el monto al que tendrá derecho.