Una colombiana que reside en España, contó en su cuenta de twitter, sobre las supuestas irregularidades que se estarían presentando en las elecciones legislativas en el exterior.
PUBLICIDAD
Esta denuncia se suma a otras dos que se han conocido desde el 7 de marzo, día que se dio oficialmente la apertura de puestos de votación para 908.565 colombianos inscritos y que residen fuera de país.
Te interesa: Un colombiano fue a votar en Canadá y le dijeron que ya lo había hecho
La colombiana relata que este viernes, 11 de marzo, cuando estaba ejerciendo su derecho al sufragio en el consulado de Colombia en España, los guardias de seguridad la sacaron luego de que preguntara “¿por qué no se estaba pidiendo ni la huella, ni la firma a los votantes para el formulario de registro”.
A lo que la ciudadana se refiere es que en febrero de este año, el periodista Daniel Coronell reveló que supuestamente el registrador Alexander Vega, a través de su delegado para Asuntos Electorales, pidió al Consejo Nacional Electoral (CNE) que suspendiera la norma que dispone que los votantes deben poner su firma y huella. Pues según Vega y sin ninguna base científica, podría traer riesgos de contraer el coronavirus.
Sin embargo y tras esa revelación periodística, el registrador contactó a Coronell para informarle que esto ya no iba a suceder, pues el Ministerio de Salud había autorizado el uso de huellero para el proceso electoral sin que esto implique ningun riesgo para la salud de las personas.
Bajo este contexto y volviendo al caso de la denunciante, ella relata que le pregunta a los testigos electorales si estaban recogiendo las huellas y firmas para el formulario pero le dicen que no por razones de pandemia y le recomiendan hablar directamente con el cónsul para que le diera una explicación.
PUBLICIDAD
“Él se encontraba ocupado, así que voté y luego me acerqué a otro funcionario el cuál me dijo que no se estaba recolectando (esos datos) porque ‘¿qué más garantía de identidad que la cédula?’. Le dije que entonces mañana podría venir yo y votar con otro documento diferente y nadie se iba a enterar (porque ni mi cara verificaron), o que algún jurado podría poner votos al candidato que quisiera y luego no existiría cómo verificar que la persona correspondiente a ese número de cédula verdaderamente votó”.
Ante esto, la persona encargada le dice que “es decisión de cada consulado el pedir o no esa verificación”.
Finalmente, según la denunciante pudo hablar con el consúl, quien ratifico lo dicho por el otro funcionario y, en medio de la discusión, la ciudadana fue sacada del lugar: “lastimosamente no pude grabar porque adentro no permiten el uso del teléfono”.