El mundo tienes los ojos puestos en una guerra. Este jueves por la madrugada Rusia invadió militarmente a Ucrania, dando inició a un conflicto militar de alta escala. En esta era, la tecnología jugará un rol vital en los enfrentamientos. Inteligencia artificial, controles a distancia y tecnologías logísticas avanzadas permiten que las fuerzas militares utilicen nuevas tácticas que no habíamos visto en conflictos militares anteriores.
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Y ya hubo un ataque digital: El Servicio Estatal de Comunicaciones Especiales y Protección de la Información de Ucrania ha anunciado que varios sitios web oficiales del estado y páginas de entidades bancarias están lidiando con un ataque DDoS masivo.
Los ataques DDoS se registran cuando un grupo de personas o automatismos atacan a un servidor u ordenador desde muchos equipos a la vez, provocando un flujo masivo de datos que hace que los recursos del servidor atacado no sean suficientes, y por lo tanto, colapsan y dejan de funcionar.
[ Ucrania denuncia ataques DDoS a sus webs oficiales en pleno conflicto con RusiaOpens in new window ]
El medio Cronista.com publica que un informe de Scientific American muestra las tecnologías actualmente en desarrollo de Rusia. Y lo que allí se menciona parece ciencia ficción: enjambres de drones autónomos y un supercañón que puede disparar un proyectil a una distancia de 1,000 millas.
Inteligencia artificial para tática militar
Otra se sus tecnologías tiene como objetivo combinar el radar y las comunicaciones existentes con la computación en la nube y la inteligencia artificial de última generación. Esto, para crear un sistema automatizado que coordine las operaciones en múltiples áreas de combate. ¿Cómo funciona esto? Las tecnologías basadas en Inteligencia Artificial (IA) a las que tiene acceso Rusia, pueden interrumpir y destruir los sistemas de mando y control y las capacidades de comunicación del adversario.
Así mismo, esto podría llevar a una aplica ventaja en la recopilación de datos para entrenar algoritmos de IA más resistentes. Algo así como en equipos humano-máquina. De hecho, la parte cibernética de esta guerra ya comenzó, como mencionábamos más arriba: la firma de seguridad ESET además informó ya hay “cientos” de casos de ransomware en los sistemas ucranianos junto a ataques DDoS (negación de servicio distribuida, usada para alterar las conexiones de internet).
Hardware ruso
Y respecto a hardware militar, Rusia tiene una gran reserva. Por ejemplo, según informes estadounidenses, Moscú está utilizando el Kalibr lanzado desde el mar, el Iskander-M 9M728 lanzado desde tierra o misiles de crucero lanzados desde el aire. Todos misiles con inteligencia artificial y avanzados sistemas de localización. El cohete BM-30 Smerch, los misiles anti-radar KH-31 y varios tipos de sistemas de cohetes de lanzamiento múltiple, ya se han hecho presentes. Así como también los cohetes Grad, los TOS-1 montado en un vehículo, o los lanzacohetes de varios cañones montados en el chasis de un tanque.
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Así funcionan los misiles tácticos:
En tecnología aeronáutica, Rusia también tiene a disposición los Su-57, la quinta generación de aviones monoplaza con dos motores a reacción. Una de las principales características de estos es su denominada “capacidad furtiva avanzada” (lo que le permite ser difícil de detectar para los radares).
Así son los SU-57:
Los Uran-9, un minitanque equipado con banda de rodadura cuenta con un cañón automático 2A72 de 30 mm como arma principal, junto con una ametralladora PKTM de 7,62 cámaras, cuatro misiles antitanque y 6 lanzacohetes termobáricos, es otra de las armas rusas que llaman la atención. Fue diseñado para funcionar por control remoto y, según los medios rusos, fue construido para soportar intensos combates en entornos urbanos.
