BOGOTÁ (AP) — El gobierno colombiano pidió a su embajador en Nicaragua retirarse del país en rechazo a las recientes declaraciones del presidente Daniel Ortega en las que califica a Colombia como un “narco Estado”.
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La Cancillería colombiana indicó el miércoles que ordenó la víspera a su embajador Alfredo Rangel “presentar una nota de protesta ante la Cancillería nicaragüense, rechazando contundentemente esta nueva ofensa al honor de nuestra Nación”.
Colombia forma parte de los países que no reconocen la legitimidad de las elecciones de noviembre pasado que llevaron al poder a Ortega por cuarta vez consecutiva luego de que varios de sus contendores fueran arrestados.
Ortega insistió en sus críticas a Colombia durante un acto oficial para conmemorar al guerrillero nicaragüense Augusto César Sandino. “Colombia es un narco Estado donde se asesina todos los días a líderes sociales, a trabajadores, es algo realmente impresionante la forma en que se asesina a los hermanos colombianos a los cuales les damos nuestra solidaridad”, indicó en su discurso el lunes.
En Colombia al menos 78 defensores de derechos humanos fueron asesinados en 2021, según verificó la Oficina en Colombia del Alto Comisionado de las Naciones Unidas para los Derechos Humanos. Otros 39 casos están en proceso de verificación.
Se trata de la segunda vez en solo dos meses que Ortega se refiere en dichos términos a Colombia. Lo hizo a mediados de diciembre y Colombia le reclamó públicamente por tratar de “atacar” al país para “distraer la atención y la censura internacional sobre su total ilegitimidad”.
Tras el más reciente pronunciamiento de Ortega, Colombia indicó que combate el narcotráfico y es “víctima” del mismo debido a las “amenazas a la seguridad nacional, alimentadas sobre todo por los dineros provenientes de esa actividad ilícita, que desafortunadamente se apoya en las dictaduras que se han ido entronizado en nuestra región”.
Colombia apoyó un pronunciamiento de la Organización de Estados Americanos el 8 de diciembre en el que indicaba que Nicaragua no estaba cumpliendo los compromisos de la Carta Democrática Interamericana e instaba a Ortega a liberar a los “presos políticos”.
