Una verdadera conmoción ha generado en redes sociales y en organizaciones animalistas, los experimentos que está desarrollando la Universidad de Barcelona, España, con 38 perros de raza Beagle, quienes podrían ser sacrificados el próximo 24 de enero tras ser parte de una serie de pruebas con un fármaco antifibrótico.
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El macabro experimento comenzó el pasado 10 de noviembre cuando la “Fundació Parc Científic de Barcelona”, perteneciente a la Universidad de Barcelona, contrató, tras una oferta pública por un valor de más 255 mil euros, los servicios del laboratorio Vivotecnia, para probar un fármaco antifibrótico durante 28 días.
En qué consiste el cruel experimento
De acuerdo a La Vanguardia, durante este tiempo a los perros se les ha aplicado el fármaco mediante dosis únicas y repetidas, cuyo objetivo es calcular cuál es la dosis justa que acabe con la vida de estos animales para luego realizarles una autopsia.
Posteriormente se sacrificará a la otra mitad de los perros aunque estén en buen estado de salud para analizarlos y así obtener datos más precisos de los alcances del fármaco administrado.
En España los experimentos con animales están permitidos según la legislación de aquel país. Sin embargo un artículo constitucional deja en claro que aquellos perros y gatos que hayan sido parte de un experimento y gocen de buen estado de salud deberán ser entregados en adopción.
La versión de la Universidad de Barcelona
En tanto, la Universidad de Barcelona emitió un comunicado donde avala este tipo de prácticas y la experimentación que están llevando con los cachorros beagles.
De acuerdo a un comunicado de la universidad catalana, el experimento “busca desarrollar cuidados para enfermedades fibróticas y comporta el estudio histopatológico de los órganos de 32 perros de raza beagle”.
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Asimismo, la casa de estudios niega que los perros vayan a ser sacrificados en enero, ya que los estudios comenzarán en el mes de marzo.
“Las universidades, los centros de investigación y las instituciones públicas estamos comprometidas a continuar trabajando para buscar alternativas a la experimentación con animales”, señalan.
“De momento esta práctica es muy necesaria para el avance científico en muchos campos y se continuará realizando a efectos de garantizar el progreso científico, especialmente de la biomedicina, que permite hacer frente a las múltiples enfermedades que nos afectan”, afirman.