Las rocas espaciales abundan en la inmensa amplitud del sistema planetario que habitamos. Por lo tanto, es normal que muchas pasen por regiones cercanas a la Tierra. Algunas incluso llegan a ingresar a nuestras fronteras, pero se terminan desintegrando en la atmósfera de nuestro mundo. Entonces, no siempre hay que alarmarse cuando escuchamos sobre el impacto de un asteroide en nuestra superficie.
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Ocurre de manera frecuente y por lo general no representan una situación alarmante. Sin embargo, hay ciertas rocas que, por su tamaño, velocidad de recorrido y ruta, podrían convertirse en una amenaza para la Tierra. Es por esto que los científicos se mantienen en un constante monitoreo de lo que ocurre en nuestros alrededores.
De esta manera, cuando logran identificar y detallar el tránsito orbital de una roca de estas, calculan la probabilidad que puedan tener de impacto contra la Tierra. Así, estamos pendientes ante cualquier situación inusual a la que eventualmente nos tengamos que enfrentar.
En este sentido, hoy nos dedicamos a hablar sobre un asteroide que pronto nos estará visitando y que las agencias espaciales le dieron el calificativo de “potencialmente peligroso”. Dicho adjetivo no significa que tengamos que alarmarnos, encerrarnos o buscar un fuerte para protegernos; nada de eso.
La realidad es que hay muy pocas probabilidades de impacto. Pero debido a que cuenta con un tamaño considerable, el protocolo astronómico dicta que es necesario seguirlo de cerca para detallar cualquier comportamiento fuera de lo común.
¿Qué tan cerca pasará el asteroide?
De acuerdo con la información que publica Digital Trends, este asteroide, identificado científicamente con el nombre 7482 1994 PC1, se acercará 1.9 millones de kilómetros de la Tierra.
Dicha distancia, para que tengamos una idea, es cinco veces la separación entre nuestro planeta la Luna. Esto nos dice que, aunque sea realmente cerca a nuestras fronteras, hay mucho camino entre ambos cuerpos rocosos.
La posibilidad de que una roca espacial masiva algún día golpee la Tierra es una preocupación muy real que llevó a la NASA a embarcarse en su misión DART destinada a estrellar una nave espacial directamente contra un asteroide para ver si podemos alterar su trayectoria.
7482 1994 PC1 viaja aproximadamente a 70 mil kilómetros por hora y tiene un diámetro de 1 kilómetro. Su visita está programada para el próximo martes 18 de enero a las 16:51 (tiempo del este). Según los científicos, para quienes cuenten con un telescopio básico, lo pueden sacar y apreciar su paso.
Después de este paso, 7482 1994 PC1 se volverá a acercar a la Tierra de esta forma dentro de 200 años.