¿De qué se trata la educación continua?
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La educación continua es la alternativa que ofrecen las universidades para que las personas aprendan nuevos conocimientos, para que mejoren sus condiciones laborales o incluso para aprender algunas cosas que quisiste aprender pero que nunca aprendiste o no estás dispuesto a entrar en un programa formal de cinco años para aprenderlo. Es una gama de oferta que te permite eso con una diferencia frente a la oferta formal y es que te certifican normalmente por asistencia, entonces es algo más para el disfrute. Por supuesto, está bien valorada porque es realizada por instituciones de educación y tiene la misma formalidad de un programa, un poco de pregrado o de posgrado, pero también tiene metodologías un poco diferentes, mucho más prácticas, mucho más hacia el hacer, probablemente. Y eso hace que sea muy apetecida para ciertos tipos de actualizaciones o de mejoras en las condiciones, en los conocimientos laborales.
¿De qué depende la definición de la oferta?
La oferta de educación continua tiene dos variantes, una primera que es como el público en general, un poco qué cosas le interesaría a la gente. Y te digo un ejemplo específico: nosotros, que no tenemos veterinaria, tenemos un curso de nutrición natural para perros y gatos. Y no, no tenemos veterinaria, pero es un tema que nos interesa y es un tema que nos interesa porque hay un público al que le interesa, pero realmente nuestro fuerte está en la formación para empresas en cursos cerrados que hacemos a la medida, en donde la empresa puede escoger de una temática general a qué le hace énfasis, en dónde quiere, cómo quiere las temáticas, de acuerdo con la necesidad de formación de sus colaboradores. Pero adicionalmente también puede escoger un poco el horario y hasta el profesor. Hay cierta flexibilidad y permite, digamos en ese caso, por lo menos a cursos, a empresas, atender muy de cerca la necesidad. En el caso nuestro, si me preguntas del ingreso total que tenemos por educación continua, cerca del 60% es de cursos a la empresa.
En últimas la educación continua es una alternativa de crecimiento personal, pero también de crecimiento de las empresas...
Yo siento que las empresas que son muy responsables y que entienden un poco que es más costosa la ignorancia que la capacitación, generan la posibilidad de darle a sus empleados como beneficio formación que al final, en muchos de los cierres que yo hago a empresas les digo: bueno, aquí le pagaron su curso, pero el que se lleva el certificado es usted. Usted es el certificado, no sale a nombre de su empresa, sale a su nombre. Yo le estoy certificando a usted que usted hizo este curso, ¿pero cuál es el beneficio de la empresa? Poderlo adaptar, poderlo llevar a sus condiciones y requisitos necesarios. Y sobre eso pues obviamente tener una mejor productividad, una mayor posibilidad con sus propios funcionarios. Pasa que muchas empresas que ofrecen mucha capacitación a veces se quejan porque dicen: pero yo capacito y se los lleva la competencia, pero al final eso también es generar a nivel de la sociedad una mejor capacidad, mejores capacidades y mejores posibilidades para el funcionario. Así no se quede en mi empresa.
¿Qué tipo de cursos hay en la Tadeo?
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Cuando a mí me preguntan usted qué cursos dicta, le digo no, ¿usted qué curso necesita? Porque un poco la oferta es tan grande y la oferta de educación continua de las universidades serias y responsables como nosotros viene de las facultades. O sea, siempre tiene un respaldo académico, porque aunque sea un tema general, digamos, o un tema para que nos certifique una nota y demás, sí es una formación respaldada por lo académico. Cuando te hablo de ese curso del que acabo de mencionar de nutrición para perros y gatos, pues está respaldada por la por la carrera de Ingeniería de Alimentos y la Facultad de Ciencias, no es que de pronto salió un poco del sombrero. Entonces hay muchos cursos desde diversas facultades y tenemos otra característica que me parece muy bonita de esta universidad y es que somos muy interdisciplinarios. Entonces perfectamente podemos en la Facultad de Ciencias Sociales incorporar cosas de la Facultad de Artes y hacer equipos que tienen distintas visiones y eso enriquece un montón la formación y te amplía la visión y te hace mucho más profundo el conocimiento. Y eso es una característica de esta universidad que no la tienen muchas universidades, porque las universidades en general son silos: los de ingeniería con los de ingeniería no almuerzan ni juntos con los con otros. Acá no, acá hacemos muchas cosas interdisciplinarias. Tenemos, por ejemplo, a nivel del pregrado, una iniciativa, TadeoLab, y ofrece asignaturas para todos los estudiantes en general, en donde son asignaturas por proyectos muy basadas en innovación y design thinking y demás, que es algo en lo que también somos muy fuertes. Y lo que hace TadeoLab es poner un curso para resolver temas de movilidad, por ejemplo, y ahí entra cualquiera de nuestros estudiantes. Entonces, es vista la movilidad desde las ciencias sociales, pero es vista la movilidad desde la ingeniería para resolver el reto o desde la economía para mirar el tema de mejores de productividad y de mejores costos. Y las soluciones son realmente muy interesantes. Eso es la Tadeo.
Eso es muy llamativo en términos de experiencia para todos los que quieran hacer un curso de educación continua, porque es también abrirse a un networking valiosísimo...
Así es. Solo muy pocos cursos tienen como requisito ser profesional, muchos son para el público en general. Entonces, si a alguien le interesa el tema o viene trabajando en el tema, pues aporta desde su práctica que es muy importante para educación continua y aporta desde su práctica con expertos que todos los días están trabajando en lo que nosotros estamos dictando y eso es otra característica que tenemos y es nuestros profesores: los profesores de educación continua realmente son personas que en la práctica están haciendo cosas en lo que están enseñando y eso hace que sea súper valioso, porque no te van a enseñar desde el libro, te enseñan desde realmente la profesión o la labor. Eso no quiere decir que nuestros profesores con doctorados no puedan participar, al contrario, participan, pero participan de una forma que agrega valor al curso. No le puede hablar de la práctica alguien que no ha hecho práctica, pero sí le puede hablar de las últimas tendencias alguien que está metido en lo último de lo que está pasando en el tema.
Pero además la Tadeo es una universidad que ofrece posibilidad de aprender oficios...
El Dane contó en su última encuesta que alrededor de 2.5 millones de jóvenes entre 15 y 25 años son ninis: ni estudian ni trabajan. Y por muchas razones. Una, el adolescente a los 16 años dice: no tengo ni idea qué quiero estudiar, denme un año sabático, pues porque tienen otros intereses. Segundo, no tenemos el dinero para estudiar. O sea, pasar de la educación media a la educación superior implica un esfuerzo importante y pues no lo tenemos. De hecho, a veces hay estudiantes becados que nos toca ayudarlos porque no tienen con qué llegar a la universidad, o sea, no tienen el transporte, aunque ya les pagaron la matrícula. Entonces la universidad empezó a pensar en esos ninis: ¿los chinos no quieren estudiar? Todos quieren ser influencers, porque con eso se gana plata, o quieren ser programadores porque ya todas las empresas de programación necesitan programadores y les pagan muy bien y trabajan remoto… o sea, un montón de cosas que son ciertas en alguna medida, pero no se llega simplemente con el deseo o viendo vídeos en YouTube. No es tan fácil. Y la universidad empezó a pensar cómo hacemos para para tener una oferta que tenga esas posibilidades que alguien pueda venir pero seriamente a hacerlo. ¿Quiere programación? Tranquilo, yo se lo enseño, pero serio, juicioso, aprenda bien, programación o muchos otros temas, incluso ser influencer. La universidad empezó a pensar en cuál podría ser una alternativa que le permitiera a las personas en pequeños procesos de formación lograr las habilidades y las competencias requeridas para cierto tipo de actividades. Por supuesto, no lo puede hacer en cursos de 200 horas ni de 120 horas como un diplomado, porque un diplomado puede estar en precio alrededor de la mitad de lo que la matrícula, luego vuelve a ser inaccesible. Entonces empezó a pensar en pequeñas formas que hoy se llaman microcredenciales, que están acuñadas en todo el mundo. Más del 51% de las universidades en el mundo ya tienen establecidas microcredenciales, pero nosotros establecimos unas un poco particulares. La primera es que las microcredenciales están atadas a oficios, o sea, a algo que usted tiene que saber hacer. Puede ser un oficio en lo laboral, pero también puede ser un oficio para el emprendedor, pero también puede ser un oficio para el disfrute. Y ese es otro mercado que empezamos a ver en esta escuela de oficios para la gente que es mayor de 50, que se llama la economía plateada, que ya o se pensiona o ya no quiere ser MBA. Yo tengo una compañera aquí que se va a pensionar este año y me dice: yo lo que quiero es luego hacer pastelería. ¡Perfecto! ¿Por qué no? Yo tengo un curso en la Escuela de Oficios que se llama Pastelería Creativa. La Escuela de oficios también sirve para que si tú comunicador, necesitas saber Inteligencia artificial para la validación de textos periodísticos, pues te tengo el curso, el entrenamiento lo llamo yo en la Escuela de Oficios contemporáneos, que le permite aprender eso en particular.
¿Cuántas microcredenciales ofrece la Tadeo?
En este momento tenemos una oferta de más de 200 microcredenciales con temáticas repartidas en cuatro líneas, pero definimos también dos vertientes para generar esas microcredenciales. Una vertiente es que queremos atarnos a la industria y a las empresas, o sea, queremos que la industria se siente con nosotros y diga: lo que estamos necesitando es esto en particular. Entonces no son microcredenciales diseñadas solo por nosotros desde la academia, sino son microcredenciales diseñadas en alianza y en muchos de los casos hay certificadas en alianza, para que al final las empresas entiendan que sí estamos resolviendo los temas de esas necesidades explícitas de formación y competencias en el mercado laboral, y cerramos una brecha que en América Latina es muy fuerte entre lo que las universidades sacan y lo que las empresas realmente dicen que necesitan. En esta primera vertiente, que es en Alianza, también queremos vincular, así como en educación continua, personas de las empresas con quien estemos diseñando la microcredencial para que dicten también. La segunda vertiente la hemos llamado de formación para toda la vida, que es esas otras cosas para quien quiera saber hacerlo correctamente. Y esa Escuela de Oficios no certifica asistencia, exige la asistencia, pero certifica competencias y eso hace una gran diferencia. Las carreras certifican objetivos de aprendizaje y si lo logró, Educación Continua certifica que asistió, pero aquí se certifica la competencia, el saber hacer. Entonces son entrenamientos que tienen muy poco de concepto y mucho de práctica para que al final yo pueda decir: ¿sabe qué? Usted sí sabe tomar fotografías a la naturaleza y sabe efectivamente cómo las debe tomar, porque ya usted aprendió una teoría, pero la puso en práctica y me demostró que su práctica está correcta. Si usted no demuestra la práctica.
¿Cuáles son las cuatro líneas de cursos que ofrecen?
Tenemos realmente unos cursos muy interesantes. Hay cuatro líneas que hemos definido, una línea muy ligada a la tecnología, porque hay muchas de los oficios están ligados a la tecnología. Entonces, por ejemplo, un tema como videojuegos, inteligencia artificial, son cursos que pasan por tecnología. Una segunda línea que es Bio, que es toda nuestra preocupación por el ambiente, el clima, qué pasa con todas las cosas de la biosfera del mundo, entonces tenemos cursos ahí en donde pueden estar negocios verdes, también tenemos temas de clima, de gestión de riesgo. Tenemos otros de impacto, Impact, y esos tienen que ver con emprendimiento: con emprendimientos culturales, con inglés, con turismo; y otros que lo hemos llamado la línea People, que tiene que ver con la gente, con cosas que la gente quiere hacer y que probablemente no estén dentro de una universidad. Si tú quieres aprender gastronomía saludable, pues no te tocaría irte una universidad o a un tecnológico a aprender durante año y medio; aquí te enseñamos lo que tienes que saber en ciertas competencias sobre gastronomía saludable. Pero la escuela tiene otra característica y son esas microcredenciales. Son de 24 horas. Todas son de 24. La que tomes es de 24 horas y también hace que los rangos de precios sean muy asequibles, pero además similares. O sea, no vas a escoger por el precio, vas a escoger por lo que quieres, por lo que quieres y por lo que necesitas. Tienen la posibilidad de apilarse, entonces tomas esta de acá, pero tomas esta acá y las juntas para tener una macrocredencial, todas certificadas digitalmente con insignias digitales. Hay una confusión entre si alguien te da una insignia digital, ¿eso corresponde a una microcredencial? No necesariamente. La insignia digital única y exclusivamente es la forma de certificación para que tú la puedas compartir por redes sociales. Tú haces un diplomado, yo lo puedo certificar con una insignia digital, pero no es una microcredencial y no tiene las características de certificar competencias y demás. Lo importante aquí es el concepto de microcredencial, que está certificada con una insignia digital, como muchos programas lo están haciendo. Por ejemplo, el curso no sé, en Robótica 1 te lo voy a certificar con una microcredencial, con una insignia digital, para que cuando tú salgas y muestres tu hoja de vida, eres ingeniero pero además tienes una microcredencial en Robótica 1.