Es fácil sentir una conexión especial con las mascotas, desde hace miles de años los humanos nos hemos acostumbrado a compartir nuestras vidas con perros y gatos, muchas veces pasando todo el día con estos animales que forman parte de la familia y hasta durmiendo con ellos, pero no todo es color de rosa y resulta que puede haber consecuencias al compartir la cama con tu mascota.
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Si bien el mundo parece estar dividido entre los amantes de los gatos y los amantes de los perros, hay algo que tienen ambos en común, que no dudan al momento de compartir con sus mascotas y dormir con ellos, pues tenerlos cerca puede sentirse siempre como una bendición y en todo el mundo muchas personas lo tienen como costumbre.
Las verdaderas consecuencias de dormir junto a tu mascota, sea gato o perro
Según algunos especialistas, se ha relacionado el dormir junto a tu mascota con el desarrollo de enfermedades que los humanos compartimos con algunas especies, en especial los gatos y los perros, por lo que ir a la cama junto a tu perro o gato tal vez no sea la mejor opción.
El Instituto del Sueño, con sedes en Santiago de Chile, Panamá y Madrid ha investigado este tema y ha dado una lista de enfermedades que las personas que duermen con mascotas son más propensas a desarrollar, por lo que hay que cuidarse o cambios de hábitos, las enfermedades son las siguientes:
- Anquilostoma: se trata de un tipo específico de parásitos, los cuales generan una serie de afecciones conocidas como anquilostomiasis. El contacto directo con algunos animales puede hacer que las larvas ingresen a tu cuerpo, causando síntomas como dolor abdominal durante la infección inicial.
- Tiña: “una erupción cutánea causada por una infección micótica” es como Mayo Clinic describe este tipo de infección micótica, la cual se asemeja al pie de atleta y se transmite con facilidad cuando se está en contacto directo con una persona o animal cuya piel también está infectada.
- Enfermedad del arañazo de gato: en este caso se trata de una bacteria, la cual entra al organismo a través de las heridas que puede dejar en la piel un gato al arañar, pero esta bacteria no afecta a los felinos, sino a los humanos, causando fiebres constantes y malestar general.