La misión Artemis 1 de la NASA representa uno de los proyectos más importantes de la agencia espacial, ya que pretende regresar al hombre a la Luna para llevar a cabo diferentes investigaciones. Pero esto no solo será de importancia para la exploración del universo, sino también para el feminismo moderno por más de una razón.
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La presencia de mujeres astronautas en la NASA y otras agencias alrededor del mundo ha cambiado mucho con el paso de los años, dejando atrás la teoría de que solo los hombres podían ser candidatos para viajar al espacio debido a que soportaban de mejor manera la radiación.
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A propósito de esto, el feminismo ha estado pisando con más fuerza en lo que respecta a materia espacial, al punto de que la misión Artemis 3 será histórica para este movimiento debido a que pondrá por primera vez a una mujer en la superficie lunar, tal y como ha confirmado la agencia espacial estadounidense en varias oportunidades.
De momento se desconoce quién será la mujer que marcará un punto importante no solo en la historia espacial, sino también en lo que se refiere al feminismo en todo el mundo. Sin embargo, la NASA ya está haciendo las labores pertinentes para prepararse para este evento.
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Y es que desde la primera misión del programa Artemis ya hay avances para tener un panorama claro sobre cómo puede afectar a una mujer el viaje a la Luna, ya que si bien se desmintió el detalle de que no son aptas para viajar al espacio, sí está confirmado que su fisionomía es más vulnerable a la radiación.
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Es por eso que la agencia espacial estadounidense está enviando dos maniquíes, Helga y Zohar, que contienen órganos humanos femeninos falsos en la cápsula Orión del Artemis 1.
Se dice que los dos torsos están formados por materiales similares a los huesos, tejidos blandos y órganos de una mujer adulta. Más de 10 mil sensores y detectores de radiación rastrearán los efectos del espacio en estos materiales, de modo que los expertos puedan tener una idea de cómo podría afectar a una astronauta real.