Diverso son los beneficios que puede recibir el cuerpo humano gracias a una buena hidratación por medio del correcto consumo de agua diariamente; y para este tipo de patología como lo es el cáncer de vejiga es un gran componente para reducir los riesgos de adquirirlo.
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Información oficial del Observatorio Global de Cáncer (Globocan), el cáncer de vejiga se encuentra en el noveno puesto a nivel mundial de la lista de enfermedades causantes de muertes por año. Alrededor de 9 de cada 10 personas con este cáncer tienen más de 55 años y la edad promedio al momento de realizarse el diagnóstico es de 73 años.
Causas
El tabaquismo es el principal factor de riesgo con una gran probabilidad negativa de poder triplicar la incidencia. El fumar está relacionado con la mitad de los casos diagnosticados, además, la exposición a ciertos químicos industriales, como la contaminación del agua con arsénico y la irritación crónica de la vejiga pueden asociarse a este tumor.
Síntomas y diagnóstico
Según Globocan, el síntoma principal del cáncer de vejiga es el sangrado al orinar denominado médicamente como hematuria, que puede ser completamente indolora o asociada a síntomas irritativos como ardor o una necesidad urgente de orinar. Dichas sensaciones pueden ser intermitentes y muchas veces son muy parecidos a condiciones benignas, por eso es muy importante la rápida consulta con un especialista.
Fernando Galanternik, médico oncólogo e investigador clínico de CEMIC y FUNDA, Argentina, comentó que “el diagnóstico se realiza a través de una cistoscopia, que permite inspeccionar la vejiga por su interior, y tomar biopsias de cualquier lesión sospechosa en manos de médicos urólogos capacitados”.
Si se detecta a tiempo el tratamiento es curativo y su tratamiento se efectúa con la extirpación de la lesión mediante cistoscopio o resección transuretral. Luego en el estudio de la parte extirpada, se decide si es necesario administrar instilaciones endovesicales (introducir medicamentos directamente en el interior de la vejiga) de fármacos quimioterápicos o inmunoterápicos para evitar las recurrencias.