Este 13 de abril se celebra nuevamente el Día Internacional del Beso, una festividad contemporánea que resalta la importancia del beso en la vida cotidiana de la población mundial.
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El nacimiento de esta fecha, la cual destaca el valor de esta expresión de afecto entre dos personas, se debe a un concurso que se llevó a cabo en Tailandia, donde una pareja rompió un récord al lograr un beso con una duración de 58 horas y 35 minutos ininterrumpidos.
Sin embargo, el máximo de duración también había sido impuesto por ambos, con un tiempo de 46 horas besándose, un acto que, desde la perspectiva de la ciencia, tiene múltiples beneficios para la salud humana.
Entre las ventajas de esta práctica se encuentra la reducción de la presión arterial, debido a la dilatación de los vasos sanguíneos en el proceso conjuntar los labios con los de otra persona. También, ayuda a controlar el estrés y estimular algunas hormonas relacionadas con la felicidad y el estado de ánimo.
En cuanto a la salud emocional, un buen beso contribuye a aumentar los niveles de autoestima y confianza e, incluso, ayuda a combatir la caries por el intercambio de bacterias entre dos personas mientras se besan.
El Día Internacional del Beso rinde homenaje a una práctica común, en la cual se ejercitan hasta 30 músculos de la cara y se queman más de 10 calorías por minuto, de acuerdo con diferentes estudios de la comunidad científica.
Por la importancia de los besos para la humanidad, existe una rama dedicada exclusivamente para su estudio, la filematología, que, según algunos trabajos, ha reportado que en un beso se intercambian grasas, proteínas y bacterias.
