Salvador Carvajal, fruto del amor entre Mateo Carvajal y Melina Ramírez, es un niño extrovertido que ya ha mostrado su pasión por el deporte desde muy temprana edad. Con apenas cuatro años participó en carreras de 3 km y 5 km, incluso corrió una de 4 km en Bogotá junto a su padre, quien lo animó continuamente, y en algunas ocasiones debió cargarlo cuando ya no aguantaba.
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En el mes de diciembre,Mateo llevó por primera vez al pequeño Salvador al Estadio Atanasio Giradot para apoyar a su equipo, el Atlético Nacional, que se disputaba la final en contra de Deportes Tolima y de la cual salió victorioso. Al encuentro lo llevo con la camiseta del equipo verde y con un corte muy paisa, haciéndole una línea lateral. Melina Ramírez no dudó en reaccionar ante el hecho indicando que:
“Hay dolores que jamás pensé que experimentaría(No sé qué me duele más, si la camiseta o la línea que le hizo el papá, auxilio.)Igual daré la pelea, para una madre nada es imposible”expresó la modelo con una foto de fondo de Salvador.Con esto hacía referencia a que lo va a impulsar a ser hincha del Independiente Medellín, del cual es ella, además de poner de fondo una canción de dicho equipo.
Mateo no dudó en responderle a su expareja, indicando que por favor alguien le explicara que ya es muy tarde para que Salvador sea hincha de Medellín. Sin embargo, al parecer si estaría a tiempo Melina para convencer a su hijo de ser de su mismo equipo, pues Mateo compartió una historia donde el pequeño lleva puesta una camiseta del Medellín. Al ver al pequeño, Mateo lo grabó y le gritaba que no, mientras Salvador se reía y empezaba a bailar.
