Cuando hay obligaciones, puede resultar sumamente difícil o casi imposible encontrar tiempo para entrenar durante el día. Por esta razón, levantarse temprano se convierte en una excelente alternativa para no perder la rutina de ejercicio. Aunque pueda parecer desafiante despertarse temprano, este simple hábito generará impactos significativos en su salud que seguramente no se imagina.
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Los especialistas mencionan que uno de los principales beneficios radica en su capacidad para aumentar la resistencia física. Esto se traduce en una mayor capacidad del cuerpo para mantenerse en movimiento durante períodos prolongados, gracias a la mayor oxigenación del organismo. Además, se ha demostrado que ayuda a mantener los niveles de glucosa en la sangre.
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Además, señalan que esta práctica contribuye a evitar el envejecimiento de los tejidos, según lo revelado en un estudio llevado a cabo por la Academia Nacional de Ciencias. El análisis evidenció que un grupo de ratones que corrió en una rueda durante 45 minutos mostró una mayor cantidad de mitocondrias en sus órganos y tejidos, luciendo más juveniles y activos en comparación con aquellos que no realizaron dicha actividad.
Entre los otros beneficios se encuentran:
Mejora la capacidad aeróbica y facilita el ingreso de mayor cantidad de oxígeno a la sangre, el cerebro y los pulmones, lo que a su vez aumenta la resistencia física de manera significativa.
Asimismo, previene enfermedades cardiovasculares al promover una excelente circulación sanguínea en el cuerpo, facilitando el transporte de vitaminas, minerales y nutrientes a los músculos, y reduciendo así el riesgo de problemas cardiovasculares.
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Además, favorece el crecimiento y la flexibilidad de los músculos, incrementando su demanda de oxígeno y mejorando su movilidad de manera considerable.
También aumenta la densidad mineral ósea, fortaleciendo los huesos y disminuyendo el riesgo de sufrir osteoporosis o fracturas.
Para quienes buscan perder peso, este ejercicio resulta ideal, ya que impulsa al cuerpo a un gran esfuerzo, logrando una significativa quema de calorías.
Este simple ejercicio ayuda a despejar la mente, combatiendo la depresión, la ansiedad y, sobre todo, el estrés. Estimula la producción de serotonina, conocida como la hormona del bienestar, y es muy efectiva para mejorar el estado de ánimo, equiparándose a los efectos de cualquier antidepresivo.
