A solo días del fallecimiento de Vicente Fernández comienzan a surgir las preguntas sobre quién se quedará con el emporio del ‘Charro de Huentitán’. Y es que la fortuna del intérprete del tema ‘El Último Beso’ equivale a 25 millones de dólares, es decir, más de 523 millones de pesos mexicanos.
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La estimación del cálculo fue de acuerdo con el sitio Celebrity NetWorth. Chente formó su patrimonio a través de cada una de las películas en las que participó aunado a sus miles de presentaciones como cantante, incluyendo sus discos en más de 50 años de vida artística.
Los ingresos correspondían también a las ventas de su tequila, junto a la cría de caballos y hasta la renta de aviones privados, con lo que podía costearse trajes de charro que costaban hasta 350 mil pesos.
¿Cuál de los tres potrillos heredará?
Es de recordar que Chente tiene cuatro hijos, Vicente Jr., Gerardo y Alejandro que son los biológicos y Alejandra, su hija adoptiva, quien es sobrina de su viuda Cuquita.
Hay un libro biográfico de Vicente Fernández en el que se revelan todos los detalles de su herencia titulado ‘El Último Rey’ de Olga Wornat, el cual ha sido calificado por algunos como una biografía no autorizada, en el que se asegura que quien se quedará con la herencia de Vicente Fernández es su hijo Gerardo.
Hasta el momento, la familia Fernández no ha emitido alguna declaración al respecto sobre la herencia. Sin embargo, se espera que en los próximos días se aclare el futuro de la fortuna de Vicente Fernández.
“Mientras no dejen de aplaudir, no dejaré de cantar”
Los conciertos de Vicente Fernández eran conocidos por llegar a durar varias horas, dependiendo de la disposición del intérprete y el ánimo del público presente. Cada una de las presentaciones de Vicente Fernández era totalizada por una infinidad de canciones. No había limites, el público decidía y Chente sabía escuchar a su fanaticada.
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Durante horas, y dependiendo de la disposición del intérprete y el ánimo del público presente, iniciaba otro tema más y fue así como en un palenque, en la década de los 70′s, surgió una de las frases más características del intérprete de ‘Mujeres Divinas’ que no es otra que: “Mientras no dejen de aplaudir, no dejaré de cantar”.
El cantante dijo que se le ocurrió un día en un palenque de León, Guanajuato. Actividades en las que solo se interpretaban tres o cuatro canciones, pero muchas veces los asistentes acudían solo para ver al artista y no las peleas de gallos. A Chente le pidieron que se bajara, pero el público decidió que no.
“Aquella vez yo cantaba la cuarta canción y el empresario me pidió que me bajara del escenario. Corté y le dije al público: “‘Señores, él es el empresario y me está pidiendo que ya no cante. ¿Ustedes qué opinan? Porque mientras ustedes no dejen de aplaudir, Chente no deja de cantar’. Así nació y se volvió mi grito de batalla. Ahora canto tres horas y a veces hasta más”, confesó en vida el cantante para la revista TVyNovelas.
