Sueños cumplidos y anécdotas increíbles le dejó el fútbol a Bréiner Castillo: el exfutbolista habló con PUBLIMETRO sobre sus inicios en el balompié al lado de Miguel Calero, su experiencia en la Selección Colombia y las camisetas que guarda con cariño en su colección.
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¿Cuáles camisetas guardas en tu colección personal que cambiaste a lo largo de tu carrera con otros futbolistas?
Los que jugaban en Europa llevaban siempre las camisas de sus clubes y las regalaban. Yo tengo muchas camisas, por ejemplo, en la Copa Libertadores cambié algunas y en la Selección Colombia cambié la de Guillermo Ochoa que me gustaba mucho.
La gente no me va a creer, pero en la Copa América, Lionel Messi mandó a regalar unas camisas al camerino que habían pedido, pero yo cuando veo a Lionel, pasé por el lado y me dije, “Man, tan chiquitico no puede jugar tanto fútbol, ¿cierto?”.
También cuando estuvimos en la gira en Europa, conseguí la camisa de Cristiano Ronaldo en el Real Madrid. Además tengo la camiseta de Falcao en Porto y la de Amaranto Perea en Atlético Madrid.
En realidad, tengo muchísimas que guardo de colección, y ahora a mi hijo le gusta mucho, seguramente las vas a coger para él, pero son camisas que guardo con mucho cariño.
¿Cuáles camisetas propias conservas de tu carrera?
Yo era muy abierto en ese sentido, todas las regalaba. Solamente dejé una de la Copa América del 2004 y una del 2011. De las mías, solamente dejé esas dos.
Todas las demás las regalaba, yo no me quedaba con nada. De hecho, hasta la ropa de la Selección se la regalaba a mi familia, ya fuera a mis hermanos o sobrinos.
En estos días le vi a mi sobrino una camisa del Deportivo Cali de mi época, porque yo mandé a hacer para toda mi familia, una camiseta con mi número. Él todavía la conserva y me sorprendió mucho porque él estaba muy chiquito. Me gustó mucho vérsela puesta, él va siempre con esa al estadio.
¿Cómo fue tu relación con Miguel Calero en tu llegada al fútbol profesional de la mano del Deportivo Cali?
Teníamos una relación más allá de las canchas con Miguel Calero, él me acogió como un hijo en Deportivo Cali y su apoyo fue vital en mi carrera porque de él aprendí todo.
Yo tuve unos guantes de Miguel. Resulta que él donó unos guantes a la Fundación Carlos Portela, pero yo pedí que me los vendieran. No recuerdo cuánto me costaron, pero creo que estuvo alrededor de los 100.000 pesos Esos guantes estaban firmados por él y yo los guardaba como un tesoro, pero tristemente en este ir y venir de trasteos, se me perdieron.
¿Cómo fue tu primera convocatoria a la Selección Colombia?
Yo era un chico que tenía el 1% de probabilidad de debutar, por eso, mi único sueño era jugar para el Deportivo Cali, porque es el equipo de mis amores. Hice una carrera de 22 años y llegué a la Selección Colombia, para mí fue un sueño”.
El primer partido al que me convocaron fue contra Uruguay por las eliminatorias en 2003. Resulta que Once Caldas pidió que Juan Carlos (Henao) regresara para un partido de Copa Libertadores, y ahí me convocan… Cuando llegué, no lo creía, era cumplir el sueño de estar en Selección al lado de Iván Ramiro Córdoba, Mario Yépes, Frankie Oviedo o Juan Pablo Ángel. Fue un sueño bonito, pero yo era consciente de que mientras estuvieran vigentes en la Selección Miguel Calero, Óscar Córdoba y Faryd Mondragón iba a ser imposible para los demás como Julián Viáfara, Róbinson Zapata o Agustín Julio.
Luego de integrar en diferentes ocasiones la nómina del combinado nacional, ¿Cómo fue tu debut en la Selección Colombia?
“Yo ya había estado en muchas convocatorias, pero el partido de mi debut fue contra México en Culiacán, con el profe Reinaldo Rueda. También tuve un partido amistoso contra Guatemala y después tengo otro juego en La Paz contra Bolivia con el profe Hernán Darío Gómez.
Cuando uno va a Selección y debuta, eso marca mucho también tu camino. Para mí lo marcó para bien porque después estuve convocado en todos los partidos que hubo. Recuerdo que fueron esos cuatro partidos, pero para mí fue una historia maravillosa”.
¿Cómo fue la experiencia en la Copa América 2011 con la Selección Colombia en pleno relevo generacional?
Llegó Hernán Darío Gómez a la Selección Colombia, allí iniciaba un nuevo camino y un cambio generacional, pero a la Copa América solo iban dos porteros y Hernán Darío elige a David Ospina y Luis ‘Neco’ Martínez.
Entonces yo emprendí un viaje de pretemporada con Independiente Medellín en México, y cuando íbamos a volar de vuelta, salió la noticia de que habían aprobado la convocatoria de un tercer arquero para la Copa América. Cuando llegamos a Bogotá, después de ese viaje largo, me encuentro con el mensaje que había sido elegido.
Sentía mucha satisfacción por integrar un plantel bien conformado, con jugadores grandes como Aquivaldo Mosquera, Amaranto Perea o Mario Yepes, junto a la generación que venía con James y Falcao. Fue un grupo espectacular, se conformó una familia y desde ahí arrancó todo ese camino de la Selección que fue a los dos Mundiales.
Después cuando quedamos eliminados hubo una reunión que se hizo con el grupo técnico donde hubo muchas expresiones, muchos descargos de emociones por cuenta de muchos jugadores y ese día fue un momento que marcó a esa Selección.
*Esta entrevista hace parte de un especial periodístico en honor a las alegrías y los buenos recuerdos que le han dejado las camisetas de la Selección Colombia al país. Véalo completo en www.publimetro.co/tags/especiales


