Millonarios tuvo un pésimo cierre en el primer semestre del Fútbol Profesional Colombiano. Su eliminación en los cuadrangulares semifinales contra Independiente Santa Fe fue catastrófica, especialmente porque contaban con la ventaja deportiva y solo necesitaban un empate para clasificar. Este derrumbe del equipo de David González se convirtió en un episodio negro en la historia del club.
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Para los aficionados de Millonarios, esta reciente eliminación representa un punto de inflexión y la necesidad urgente de un cambio en el equipo y sus metas. La derrota no solo generó una profunda decepción, sino que también afectó al ídolo moderno Radamel Falcao García. Además del resultado adverso, Falcao expresó su furia con el nivel del arbitraje, criticándolos duramente en la rueda de prensa e incluso utilizando insultos para manifestar su descontento. Esta actitud podría acarrearle una sanción de al menos seis partidos si decide continuar en el equipo.
La directiva de Millonarios ya dejó atrás la decepción del semestre anterior y está completamente enfocada en la próxima temporada. La meta mínima para superar lo acontecido es obtener el campeonato, lo que significa que se espera una inversión significativa en el plantel. Esta inyección de capital será crucial, especialmente porque varios jugadores terminarán sus contratos y se marcharán como agentes libres, dejando espacios que deberán ser cubiertos con nuevas incorporaciones en todas las posiciones.
Uno de los lugares de la cancha donde deberán buscar jugadores de forma urgente es en los extremos, donde, según habían informado muchos periodistas, ya era un hecho la llegada del colombiano Luis Quiñones, mismo que ya tenía pactada su llegada a Bogotá para firmar contrato, pero que, contra todo pronóstico, tuvo una diferencia económica con los dirigentes, cosa que habría hecho caer su fichaje a pesar de que ya todos lo daban como un hecho por parte del club embajador.