Millonarios ha sido uno de los equipos más relevantes dentro del Fútbol Profesional Colombiano a lo largo de toda la historia, pero que, pese a su dificultad de alzar títulos en las últimas décadas, se ha mantenido en la pelea por distintas copas, llegando a alzar tres en el proceso de Alberto Gamero, que se convirtió en uno de los entrenadores que mayor tiempo pudo aguantar en su cargo de las últimas temporadas en el FPC.
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Durante esta gran cantidad de años al mando, el samario logró fortalecer posiciones que en algún momento fueron un gran dolor de cabeza, como lo fue la zaga de centrales, con Llinás y Vargas, después de tener jugadores como Payares, Balanta, Rambal o Figueroa. Caso similar pasó en la delantera, donde Diego Herazo y Ricardo Márquez fueron la esperanza de un equipo que, después de años, pudo gozar de Leonardo Castro, Radamel Falcao García y hasta Santiago Giordana en el inicio de su época con el embajador.
Caso parecido fue el de los arqueros, donde, en el arranque de la era Gamero, Esteban Ruiz, Cristian Vargas y Bonilla eran los llamados a proteger el arco del club bogotano, pero que, por fortuna para los aficionados del elenco azul, Diego Novoa, Iván Arboleda y Álvaro Montero fueron llegando al club, dando un notorio salto de calidad y ganándose el cariño de los aficionados.
Justamente este último, en medio de una entrevista para Millonarios TV, reveló una curiosa anécdota que tuvo en Cali con uno de sus excompañeros, Juanito Moreno: “El hotel es una finca, son como unas cabañas, ahí se escuchan las ranas, los chinches y mosquitos... Yo estoy dormido y Juanito se levanta como a las 2 AM, ‘Monte, me asustaron, me apareció una persona aquí’, ese hijuemadre se queda dormido y yo despierto toda la noche cuidándole el sueño, no pude dormir más. Al día siguiente le dije de todo”.