Independiente Santa Fe ha tenido un 2025 bastante caótico a causa de múltiples factores que han llevado al borde del abismo al club en lo deportivo y en la relación con sus hinchas. Pese a que no han tenido mal rendimiento en los últimos meses, parece que la falta de títulos ya está trascendiendo más allá de lo normal y la exigencia se ha multiplicado dramáticamente, en especial, para aquellos que no han podido demostrar gran cosa dentro de la institución.
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El primero de los que salió a volar del club fue el entrenador uruguayo Pablo Peirano, quien duró bastantes meses a cargo del plante, pero que, por su falta de experiencia y sus constantes fracasos, siendo el último de ellos la eliminación en Copa Libertadores ante Deportes Iquique, salió por la puerta de atrás del elenco bogotano, siendo reemplazado por Jorge Bava, mismo que prometió mucho y ha cumplido bastante poco, a pesar de mantener al equipo dentro de los 8 y de asegurar su presencia en cuadrangulares.
Eso sí, pese a su mal arranque en el banquillo, los resultados poco a poco se le han ido dando, a tal punto que en la última fecha derrotaron al Deportivo Cali en condición de visitante, teniendo en cuenta que el Palmaseca es una plaza difícil y que el rival también llegaba con la necesidad de los tres puntos. Aunque, cabe aclarar que el show se lo robaron dos jugadores mucho más allá del resultado.
Y es que sobre el final, en la celebración del segundo gol cardenal, los jugadores Harold Santiago Mosquera y Yilmar Velásquez protagonizaron una bochornosa pelea en plena cancha, saliendo expulsados por el juez Carlos Ortega. Apenas dos días después, el delantero rompió su silencio y subió una foto con su compañero acompañada del texto “Acá hay hermandad. Allá ustedes”, despejando dudas de una pelea mayor fuera de cámaras.
