No hay ciudad chilena que esté más al norte que Arica. La ciudad está ubicada a 58 kilómetros de la ciudad peruana de Tacna. Arica, emplazamiento de paisaje yermo, estuvo hace muy poco en el ojo del huracán.
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El lunes 27 de febrero de 2023, la ministra del Interior, Carolina Tohá, arribó a Colchane. La localidad se ubica en la zona norte, entre Arica e Iquique. Ante la ola de migrantes que han cruzado la frontera desde Perú de manera ilegal, la ministra encargada de seguridad nacional informó que los límites serían custodiados por el Ejército de Chile, suplementando así la labor de la policía. Precisamente Arica y su paso fronterizo Chacalluta es uno de los puntos críticos para el Gobierno. Se estima que sólo en el mes de noviembre de 2022, cerca de 70 mil personas ingresaron a Chile por Arica de forma ilegal. Toda esta situación ha provocado que plazas y lugares de esparcimiento sean tomados por carpas donde se emplazan los migrantes a vivir de manera temporal.
Por su extrema localización, Arica es una ciudad que históricamente ha sido sólo mirada de reojo por las autoridades centrales. Pocas veces la atención se ha volcado hacia la ciudad de la eterna primavera, como es rotulada.
Precisamente una de las ocasiones donde la ciudad hizo noticia, fue entre mayo y junio de 1962, para el mundial de fútbol. La ciudad ofició como sede de este torneo, y albergó a las selecciones de Unión Soviética, Yugoslavia, Uruguay y Colombia.
Lugares con historia
La ciudad llegó a ser sede del mundial casualmente, ya que en 1960 se produjo un terremoto en la zona sur de Chile. En rigor, ha sido el más grande que conoce la historia moderna. Miles de casas quedaron en el suelo. Aunque las cifras de muertos no han sido cabalmente clarificadas, se habla de más de dos mil. La comisión del certamen deportivo optó por escoger a ciudades en la zona norte y centro del país, lejos del radio del sismo. Para concretar el anhelo de ser sede del mundial, “la Junta de Adelanto de Arica, un organismo autónomo y que recaudaba los impuestos, fue primordial. Hizo el estadio, pavimentó calles y mejoró el aeropuerto”, recuerda Pedro Clemente, periodista del Diario La Estrella de Arica. La ciudad no tenía nada, ni un equipo de fútbol, pero lo hizo todo. Y todo, es todo, desde construir un estadio en menos de dos años, hasta que el recinto posea pasto verde… en medio del desierto. Se tuvo que traer tierra de la zona central y semillas para el césped desde el sur. La ciudad racionalizó el uso de agua para dar prioridad al riego del pasto.
Arica en la década de los 50 había sido declarada puerto libre de impuestos. Esto produjo prosperidad en una ciudad donde su principal hito fue la batalla del Morro de Arica, en el contexto de la Guerra del Pacífico contra Perú, en 1880.
Para el mundial del 62, Arica contaba con unos 80 mil habitantes. Se construyeron hoteles para recibir a las selecciones y a sus estrellas. El conjunto de Colombia, en comparación a los restantes planteles, había llegado a Arica desde Perú. Era la primera vez que clasificaba a un mundial de fútbol. La organización del certamen destinó para Colombia el Hotel El Morro. “El recinto se ubica en el centro de la ciudad, en el casco histórico”, dice Pedro Cemente. El hotel contaba con piscinas y confortables instalaciones para la época. Estaba ubicado estratégicamente a unos quince minutos del Estadio Carlos Dittborn. El hotel en el año 1974 se fue a la quiebra. El lugar, emplazado en la esquina de las calles Yungay y General Lagos, fue utilizado de manera posterior por la Universidad del Mar, y hasta el año pasado, por la Universidad de la República. Hoy las instalaciones están abandonadas y sus pasillos parecen alma en pena.
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Estadio y gol olímpico
El estadio de Arica se inauguró el 15 de abril de 1962, y hoy es patrimonio del deporte mundial. Fue allí donde Colombia debutó en los mundiales de fútbol cayendo un 30 de mayo de 1962 por dos tantos a uno ante la selección uruguaya. Las dos restantes selecciones del grupo eran de la élite mundial. Ambas habían disputado la final de la Copa de Europa dos años antes del campeonato organizado por Chile. Unión Soviética se había impuesto ante los yugoslavos por dos goles a uno. Precisamente con los rusos, quienes tenían al gran arquero Lev Yashin, Colombia jugó uno de los partidos más vibrantes que recuerda esta justa deportiva. Se trató de una remontada formidable, luego de ir abajo en el marcador por cuatro a uno. Fue un emocionante cuatro a cuatro, donde el jugador Marcos Coll convirtió el primer gol olímpico de los mundiales de fútbol. Fue en el arco norte que da a la calle 18 de Septiembre.
El Estadio Carlos Dittborn se remodeló en 2012 y se concluyó dos años más tarde. Se mantuvieron piezas del letrero marcador original y parte, muy poca, de la estructura base.
Para el profesor e historiador local, Rubén Saavedra, “aquellos arcos históricos se perdieron, nadie sabe dónde están”. Saavedra se ha encargado de mantener vivos los recuerdos del mundial compartiendo contenido en diversas plataformas. “En 2012 recibí una carta proveniente de Barranquilla. Era la familia de Marcos Coll, quien me agradeció por difundir lo ocurrido en el mundial y en especial por dar a conocer su recordado gol a Yashin”, dice el historiador local.
Para Saavedra, quien presenció los partidos del mundial en Arica, los ariqueños han ido olvidando este importante hito.
Arica, dueña de una belleza sin igual, se convirtió en sede del mundial enfrentado a la lógica. Su estadio y sus calles poseen un valor histórico relevante para el fútbol mundial, y en especial para Colombia. Arica materializó el sueño de un poblado extremo de ser sede de un mundial, pero también marcó el arranque se esta ilusión colombiana que mueve a este deporte y a sus aficionados cada cuatro años.
