Para Miguel Ángel López, de regreso al equipo kazajo Astana, atrás quedaron los momentos vividos en su efímero paso por el Movistar Team y otra vez volvió a saborear las mieles del triunfo, previo a su primer gran reto de la temporada: el Giro de Italia.
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A los 28 años ya se tiene la madurez necesaria para identificar cuál es su lugar en el mundo y Superman así lo supo descifrar para regresar a su casa, el conjunto que le abrió las puertas al profesionalismo desde el año 2015, al que volvió a hacer de las suyas, tras la frustración que le dejó el paso por el equipo telefónico en donde lo frenaban para no perjudicar a sus compañeros y no lo dejaban desplegar su vuelo.
Primera victoria del año
Miguel Ángel volvió a dar una exhibición de esas a las que nos tiene acostumbrados, de esas de sensaciones, de emociones y de una fuerza de pedal impresionantes que nos hacen recordar a los ciclistas de antaño, no a la mayoría de los de ahora que van más pendientes de los watts y de su potenciómetro que les indica cómo actuar.
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López tuvo un arranconazo propio de su apelativo de superhéroe y con una fuerza descomunal dejó sembrados a los demás integrantes del grupo de favoritos a falta de 4 kilómetros para la línea de meta, de una fracción que se corrió entre Villabassa y Kals am Grossglockner, sobre 142.4 kms, y se fue en solitario en busca del francés Thibaut Pinot (Groupama-FDJ) que marchaba en punta con una ventaja cercana a los 40 segundos.
La salida del boyacense fue un aluvión que nadie pudo contener. Con ese paso firme fue descontando la distancia ante el experimentado corredor francés hasta alcanzarlo y superarlo para emprender en solitario la gesta de su victoria en la cuarta etapa del Tour de los Alpes.
Y así fue, López pedaleó lo que le quedaba en solitario y pasó la línea de meta con su puño en alto en señal de fortaleza y también de desahogo por las frustraciones que vivió la temporada anterior y que comenzó a borrar con lo que espera sea una era victoriosa nuevamente en el Astana.
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Pasaron 231 días para que Superman se sintiera ganador, desde la victoria en la etapa 18 de la Vuelta a España 2021, aquel 2 de septiembre, solo dos días antes de poner el pie a tierra en aquella fatídica penúltima jornada de la ronda ibérica en la que le dijo al Movistar: “Yo me quedo por aquí. Fue un placer, señores”.
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Vaya que se lo disfrutó el colombiano que ya había rosado el triunfo en este 2022 cuando fue segundo en la etapa 2 de la Vuelta a Andalucía.
“He madurado y adquirido una valiosa experiencia, lo que me ayuda en las carreras. Pero, al mismo tiempo, el trabajo aún no está hecho, sigo luchando por los éxitos, por las victorias, y no quiero detenerme ahora”, advirtió el corredor a sus rivales que de seguro lo tendrán muy bien referenciado para lo que viene.
Esta fue su última competencia previa al Giro de Italia 2022 que comienza el próximo 6 de mayo, con la particularidad de tomar la largada no en territorio italiano sino en Budapest, la capital de Hungría.
Lo de Miguel Ángel fue un portazo, una señal de que está completamente a punto y preparado para afrontar su próximo gran reto en el que parte como uno de los favoritos. Superman está de regreso en donde mejor se siente y de seguro nos regalará muchas emociones durante el resto de la temporada.