Un triunfazo de oro se llevó el Real Madrid luego de su visita al Celta de Vigo. Por un gol contra dos, los dirigidos por Carlo Ancelotti pasaron página de la previa humillación en el Clásico con el Barcelona; eso sí, la polémica arbitral no podía faltar.
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Jeison Murillo era la ficha sorpresiva en la defensa de los ‘Vikingos’, dado que no había tenido el suficiente protagonismo a lo largo de la temporada. Su última titularidad había sido nada más que el 5 de enero del presente año, cuando su equipo fue eliminado en los dieciseisavos de la Copa del Rey contra el Atlético Baleares.
El primer penal a favor del Madrid se dio por una imprudencia de Nolito sobre Éder Militão al minuto 17 apenas. La infracción derivó en el cobro desde los doce pasos para Karim Benzema, quien celebró su anotación tras sus molestias físicas que impidieron su presencia en el Clásico.
El equipo de Vigo subió las líneas posteriormente, con más tenencia de balón y más llegadas al arco rival. En el cierre del primer tiempo le anulaban un gol de cabeza a Thiago Gallardo, debido a que Iago Aspas, directo participante en el juego, estaba en posición irregular.
En el segundo tiempo, a Jeison Murillo le empezó a costar físicamente, hasta al punto de cometer una falta sumamente infantil ante la llegada de Rodrygo Goes, atacante de los ‘Madrileños’ que ingresó para el segundo tiempo. Esa oportunidad se la devoró Benzema, gracias a una formidable atajada de Matías Dituro.
Tan solo cinco minutos después, sobre los 69 de juego, el árbitro pita otra infracción dentro del área, en esta ocasión sobre Ferland Mendy. Otro penal más para el Madrid, que aprovecharía el ‘Gato’ para sumar su doblete en el partido.
El cuadro ‘Merengue’ acumula 69 puntos en total y asegura de momento la cúpula del campeonato liguero. Su perseguidor, el Sevilla, está doce puntos por debajo en la tabla de posiciones.
