El fútbol colombiano, de papelón en papelón. Algunos se esmeran por hacer las cosas bien, pero hay otros que non ayudan. En esta ocasión, en Santa Marta estuvimos a nada de protagonizar otra de esas historias que le dan la vuelta al mundo.
PUBLICIDAD
Sucedió durante el partido que Unión Magdalena le ganó al Envigado por 2 a 1. El Ciclón Bananero estaba urgido de su primer triunfo, tras su regreso a la primera división del fútbol colombiano. A falta de 15 minutos para el final del partido, lo conseguía. Por eso apeló al como sea.
En los últimos minutos, Envigado acosó por todos lados, pero no pudo conseguir el empate. Entre otras cosas porque los balones comenzaron a perderse. Para no darle oportunidad a los antioqueños, los recogebolas no estaban haciendo su labor. Entonces, el entrenador mandarina explotó.
Alberto Suárez perdió los modales e incluso hizo el gesto de retirar al equipo del estadio Sierra Nevada. A falta de tres minutos, por poco el equipo paisa se marcha a los vestuarios, luego de acusar que alguien de la tribuna bajó a pegarles, según dicen, lo que le hubiera generado una dura sanción. El DT luego explicó lo sucedido.
“El partido se ensucia. El señor comisario en su ineptitud no maneja que escondan los balones. Se desaparecen todos los balones. Se lanza una persona de la tribuna. Viene a agredirnos. No sabíamos quién era. Le habló al árbitro y le digo que voy a sacar al equipo porque no hay garantías”, manifestó en conferencia de prensa.
Con la derrota, Envigado quedó en la décima posición del campeonato, mientras que el Unión Magdalena llegó a la duodécima casilla, pero lo más importante es que engrosó su promedio y ya no está tan lejos de salir de los puestos de descenso.