Una triste noticia sacudió al mundo del fútbol el pasado 22 de diciembre, cuando medios locales dieron cuenta de la muerte del defensa omaní Mukhaled Al-Raqadi, durante los trabajos de calentamiento para un partido de liga junto a su equipo, el Muscat.
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Según publicaron medios locales, el deportista de 29 años sufrió un fulminante ataque al corazón, colapsando en medio del campo de juego mientras se preparaba para el encuentro frente al Suwaiq.
Si bien el futbolista fue trasladado rápidamente de urgencia a un hospital, los paramédicos no pudieron hacer nada para salvarle la vida, constatando su muerte en el centro asistencial.
El propio club oficializó la noticia a través de un comunicado: “Con nuestros corazones llenos de fe aceptando la voluntad de Dios, la dirigencia de Muscat Sports Club y todos sus afiliados extienden sus sinceras condolencias a la familia de Al-Raqadi. Le pedimos a Dios que se apiade de él. A Dios pertenecemos y a Dios volveremos”.
El triste desenlace se sumó a la muerte, unas horas antes, del futbolista croata Marin Cacic, de 23 años, durante un entrenamiento.