Clásico en el Atanasio Girardot, de arranque en el cuadrangular A del fútbol colombiano. Atlético Nacional y Junior de Barranquilla sabían que sea lo que sea que ocurriera esta noche iba a repercutir en el andar del cuadrangular. Lo que no nos avisaron es que la noche iba a estar plagada de magia y golazos.
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El triunfo del Deportivo Cali presionaba a los otros grandes del grupo, que si querían no perderle pisada al Azucarero debían quedarse con los tres puntos. Sin embargo, la misión principal de ambos eran recuperar el juego que les hiciera confiar que tienen con qué. Nacional lo fue perdiendo a lo largo del torneo y Junior se podría decir que hasta ahora nunca lo tuvo.
Y tampoco lo tuvieron esta noche. Lo que sí tuvieron en su poder fue pólvora en sus pies para demostrar que pueden hacer daño, aún sin jugar bien. Cuando el Verde no encontraba por dónde, un bombazo de Dorlan Pabón tomó una comba extraña, metiéndose en el segundo palo de Sebastián Viera. Así Nacional abrió la lata, pero jamás tuvo juego.
No tenerlo le dio vida a Junior, que tampoco tuvo funcionamiento que hiciera prever un empate. No obstante, el Tiburón también tenía sus armas y una de ellas fue Edwuin Cetré, quien se animó a pegarle desde más de 30 metros, marcando un gol igual o más bonito que el anotado por Dorlan para empatarlo. De nuevo, la responsabilidad era verdolaga.
Sin embargo, Nacional nunca tuvo ideas para rematar el juego. Lo que tuvo fue ímpetu y confianza en sus individualidades, pero estas no respondieron como en otros juegos. El gran favorito dejó escapar dos puntos en el inicio de los cuadrangulares y ya no es tan candidato.