Las últimas semanas han sido completamente grises para LeBron James, luego de que los Lakers de Los Ángeles no están pasando por su mejor momento deportivo.
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El cuadro angelino está ubicado en la novena posición de la conferencia Oeste de la NBA, resultado de 10 victorias y mismo número de derrotas.
Además, en el plano individual, ha tenido uno de sus peores torneos, en gran parte por las lesiones que lo han aquejado.
De hecho, por primera vez en su carrera, LeBron fue suspendido, al ser expulsado en el duelo ante los Pistones de Detroit, por un conato de bronca con Isaiah Stewart.
Eso significó la primera sanción para James en 19 años de basquetbolista profesional.
En su regreso a las duelas, luego de la suspensión, LeBron volvió a dar de qué hablar, y no precisamente por su desempeño deportivo.
Y es que, “El Rey” hizo que expulsaran a dos aficionados que estaban sentados cerca de la duela del Gainbridge Fieldhouse en Indianápolis.
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Cuando se estaba disputando la prórroga, con 2:29 minutos en el cronómetro, James mandó llamar al árbitro central Rodney Mott, para señalarle a dos aficionados que estaban ocupando los lugares pegados a la línea lateral.
El personal de seguridad obligó a un hombre y una mujer a abandonar el inmueble, con la chica haciendo algunas muecas de tristeza, mientras algunos seguidores los abucheaban.
Aunque LeBron no quiso explicar mucho del tema, el alero detalló que los fanáticos estaban haciéndole algunas señas obscenas, situación que no toleró y por ello los exhibió.
James tuvo una gran actuación ante los Pacers, tras anotar 39 puntos en el encuentro, por lo que poco a poco está retomando su mejor versión.
“Cuando los gestos y el lenguaje obscenos entran en juego, no se puede tolerar. Hay una diferencia entre animar a tu equipo y no querer que el otro club gane. Hay cosas que nunca le diría a un aficionado y existen algunas que no deberían decirme a mí.
“Estamos muy seguros de que necesitamos jugar mejor, sin importar quién esté en la alineación. Tenemos nuestro sistema y obviamente tenemos que acelerarlo y mejorar con él para que podamos jugar, sin importar quién esté en la cancha, nosotros podemos desempeñarnos a un alto nivel. No hay ningún pánico, pero debería haber cierta sensación de urgencia”.
— LeBron James, alero de los Lakers
