Un partido explosivo. En la milagrosa Armenia, Deportes Quindío e Independiente Santa Fe jugaban por ellos y para otros, que estaban atentos a lo que ocurriera en el estadio Centenario. Los que están pendientes a entrar a los ocho, para saber si ambos equipos se acercaban a la tierra prometida. Asimismo, los inmiscuidos en la lucha por evitar el descenso, no querían que los cuyabros ganaran y los acosasen.
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Con ese menú, no podíamos ver un partido malo y no lo vimos. El encuentro tuvo a un equipo milagroso protagonista, con la necesidad de la victoria, supervivencia que llaman. Mientras tanto, Santa Fe fue más cauto, aunque no podía pisar en falso.
Y pisó. La pasividad se pagó caro con el zapatazo que sacó Wilson España para ponerla al rincón. Quindío se fue adelante, merecido por lo que estaba mostrando, ante un tímido Expreso Rojo.
¡Necesita un milagro! Quindío empató con Santa Fe y está casi descendido
Los verdes nunca bajaron el pie del acelerador, pero ese ímpetu también complicó sus plantes. Una falta en el área, que debió revisar el VAR, le dio a Santa Fe la oportunidad de ejecutar un tiro penal y empatar el juego. John Velásquez se hizo cargo y empató el juego. Los Leones revivían, mientras que Quindío se hundía.
En la segunda mitad los locales fueron a matar o morir. Cada ataque era la posibilidad de ganarlo, pero cada pérdida de balón también permitía los contragolpes de Independiente Santa Fe, que con tiros en los palos pudo ganarlo. El empate no se quebró y a otra cosa, mariposa. Al cardenal se le complica la clasificación, pero al Quindío se le complica permanecer en la A.
