Cultura

Festival Petronio Álvarez, el encuentro con la música de río y selva

Este fin de semana se llevó a cabo uno de los festivales de música tradicional del país, encuentre aquí la crónica de tradiciones, legados y ancestralidad.

Hablar del Petronio es hablar más allá de un festival, es hablar de un encuentro entre amigos que se reúnen en una gran sala a bailar, a compartir Viche y Arrechón conectados con los sonidos heredados de mamá África, es hablar de reivindicación y el valor de la cultura afro en Colombia.

Desde el primer día con las diferentes agrupaciones, fue evidente la conexión natural que tienen los caleños, timbiquireños, guapireños y todos aquellos provenientes de las diferentes regiones del Pacífico con la música, ya que ha sido parte de su día a día, es igual al contacto que han tenido con el agua, los alimentos y quienes desde pequeños los han arrullado con música de marimba.

Su diversidad rítmica y de géneros permiten que puedan apropiarse de cualquier tema, desde lo espiritual al despedir a los muertos, el diario vivir de la comunidad u homenajear a una persona; pero el elemento diferenciador de la música de marimba, es que al hablar del cuidado ambiental y hasta de la violencia que ocurre en las regiones y el país, hacen el mensaje quede más en la mente y en el corazón de quienes lo escuchan.

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Transcurrió con tranquilidad el segundo día y como si se tratara de un borrón y cuenta nueva, comenzó una tercera jornada con más asistentes que el día anterior a la ciudadela Petronio, donde personas locales, aquellos que llegaban de distintas regiones de Colombia y extranjeros, se fueron uniendo en torno a la música, la gastronomía y artesanías que tanto evocan al Pacífico con sus significados llenos de espiritualidad que dejaban esa curiosidad despierta, y conocer más de estas creencias heredadas de África.

Ver cómo la cultura afro genera unión, armonía, empatía y alegría entre conocidos y extraños hace creer que en medio de tantas adversidades que existen en los diferentes territorios de Colombia, sigue habiendo razones para seguir construyendo país desde la cultura.

Caía la noche y cada vez llegaban más personas a la ciudadela Petronio, esta tercera cita era la más importante de todas, ya que en jornada de gala se presentan las agrupaciones que fueron ganadoras en años anteriores, y los pañuelos blancos fueron adueñándose del lugar y se convirtieron en los co protagonistas alrededor de la marimba.

Llegó la categoría de chirimía y los pañuelos blancos se movían con más rapidez “Pa’ allá y pa’ acá como las olas del mar” cantaba una de las agrupaciones de esta categoría, los pañuelos se movían de lado a lado con más intensidad obedeciendo las órdenes de los cantaores, pero lo más cautivador de los pañuelos blancos, es su papel de mediador al convertirse en una extensión del cuerpo y el alma que cobra vida propia al ritmo de la música.

La alegría estuvo siempre presente, locales y visitantes haciendo coreografías en conjunto bebiendo Viche, Arrechón y compartiendo con una unión conmovedora hace que las personas que van por primera vez queden con las ganas de volver a vivir toda esta experiencia musical que invita al trance desde las interpretaciones emocionales y espirituales.

En la última noche, la luna estaba contenta y decidió salir completa a coquetear con la reina del lugar, la marimba, brillando con todo su esplendor decidió acompañar el cierre de este gran encuentro. Los finalistas del concurso daban todo de sí para poder ser los ganadores en sus respectivas categorías y poder llevarse a sus casas el preciado trofeo del ‘Bombo golpeador’, pero lo que más conmocionó en la noche a los asistentes, fue la presentación de ‘Son y Sabor’ quienes le rindieron un homenaje a aquellos 6.402 desaparecidos que todavía no encuentran, y que sus madres aún lloran y les cantan para pedir por ellos. Sin duda este es un ejemplo para entender el poder de resiliencia que tiene la música de marimba en medio de un contexto social tan significativo.

Para aquellos que van por primera vez a este festival, podrán comprobar con todos sus sentidos, que la música del Pacífico es una pasión que inspira al amor, a la calma y a la paz, convirtiéndola en una gran memoria para la identidad musical de Colombia.

Festival Petronio Álvarez, el encuentro con la música de río y selva

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