Lo que parecía un escándalo propio de personas pasadas de tragos en La Playa de Belén, un poblado del Catatumbo de Norte de Santander, se convirtió en un problema mayúsculo cuando uno de los agresores resultó destruyendo el centro de salud de la localidad.
El hecho empezó porque dos hermanos del corregimiento Aspasica recibieron un anuncio del tendero que los atendía: el establecimiento iba a cerrar y los clientes debían pagar su cuenta.
Los hermanos reclamaron al tendero, y la discusión subió de tono en medio de insultos, gritos y ofensas hasta que se desenfundaron machetes y cuchillos, lo cual provocó heridas e hizo que los tres conflictivos resultaran en el centro de salud de la localidad.
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Ya en el lugar, uno de los hermanos trató de impedir que el otro fuera trasladado en una ambulancia al hospital de Ocaña, y al no consegurlo terminó golpeando con todo lo que se encontraba en el área.
Médicos, enfermeras, computadores, puertas, medicamentos: todo fue arrasado por la furia de este hombre, quien finalmente recuperó la calma. El hombre se devolvió a su finca y trabaja impunemente, según aseguró el director del destrozado centro de salud a El Espectador, pero la comunidad de La Playa de Belén se quedó sin atención médica.
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