Tener un perro reduce el estrés y los ataques cardiacos

Más allá de ser una compañía fiel y bondadosa, los perros reducen los niveles de estrés y el riesgo de sufrir ataques cardiacos, o por lo menos así lo demuestran los datos de la Asociación Americana del Corazón.

Así mismo, una investigación de los Institutos Nacionales de Salud del Gobierno de Estados Unidos encontró que la esperanza de vida de personas enfermas del corazón con perros resultaba significativamente mayor en comparación con aquellos que carecían de una relación cercana con esta mascota, independientemente de la gravedad del ataque cardiaco que hubiesen tenido antes.

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Una persona con un perro como mascota se ve obligado a hacer diariamente una caminata de aproximadamente 20 minutos, esta cuota de actividad física marca la diferencia en cuanto a riesgos de padecer complicaciones del corazón.

Menos enfermedades

En casa, se reduce el riesgo de desarrollar alergias y enfermedades respiratorias, especialmente en bebés y niños en edad temprana, quienes fortalecen su sistema inmunológico gracias a la convivencia diaria con la mascota.

Un estudio realizado por la Universidad de Finlandia, por ejemplo, encontró que los bebés que conviven con un perro, a largo plazo, padecen menos problemas respiratorios e infecciones en sus oídos. Expertos inclusive han llegado a asegurar que estas mascotas funcionan como una “inmunoterapia”.

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Fuera estrés

No en vano se dice que el perro es el mejor amigo del hombre, pues la relación que un dueño establece con su mascota es tan fuerte que al compartir con este la persona libera sustancias como serotonina y dopamina, que disminuyen la frecuencia cardiaca, ansiedad y estrés del día.

Un estudio gestionado en el departamento de psicología de la Universidad de Miami afirma que las personas con perros son más felices y menos propensas a presentar cuadros depresivos, pues encuentran en su mascota un amigo que les brinda protección y confianza, sólo con pensar en su ellos bloquean sentimientos de soledad y aislamiento.

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