Historias como “me dieron a probar un ceviche… de 60.000 pesos” o “me cobró por un collar 50.000 pesos”, son las que se escuchan entre los colombianos luego de una temporada de vacaciones.
Al principio las estafas parecían leyendas urbanas, pero no. Quienes se dedican a robar saben muy bien cómo sacarle el dinero a los turistas de forma que no se den cuenta, por eso acá le presentamos un top siete de esas en las que usted no puede caer:
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Manilla de la amistad
Es muy común que en ciudades costeras se acerquen ofreciendo un brazalete de la amistad intentando amarrarlo a la muñeca; lo que ocurre, es que en muchos casos piden dinero por ello. Esta estafa también es usada como una distracción mientras roban objetos de bolsillos; además de Colombia, París, Roma, Barcelona y El Cairo sufren por los mismo.
El taxi “mas caro del mundo”
Algunos taxistas intentan aprovecharse de la falta de conocimiento de la zona tomando rutas más largas o calles paralelas que se encuentren con mayor tráfico. Si no cuentan con taxímetro, siempre se debe preguntar cuál es el valor del viaje. Esto pasa en todo el mundo, así que mejor abra el ojo o pregunte antes de subirse cuánto es el costo en promedio de una carrera.
El masaje gratis
Está relajado en la playa y de repente alguien se acerca a ofrecerle un masaje. Así usted se niegue muchas veces, intentarán darle el masaje gratis; si accede aténgase al precio, porque le cobrarán como en una spa cinco estrellas.
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Vendedores de tours
Es muy común encontrar vendedores de planes turísticos que le ofrecen el “mejor precio”. Sin embargo, muchas veces suelen ser una estafa porque realmente lo hacen de esta forma para distraer mientras sus cómplices roban sus bolsillos, o se quedan con el dinero que se les da.
Botar y tomar
Ciertos meseros, taxistas, dueños de negocios, entre otros, botarán dinero “por accidente” y recogerán monedas o billetes parecidos (pero de mucho menor valor) a cambio. Esto es muy común en varios países.
La llamada de recepción falsa
Un ladrón llamará al cuarto del hotel y simulará estar haciéndolo desde la recepción, quien fingirá un problema y pedirá los datos de la tarjeta de crédito. No caiga en esta trampa, nadie está autorizado a pedirle sus datos por teléfono.
Juegos callejeros
Una personas muestra diversos juegos (como el de adivinar en qué vaso se encuentra la pelota) quien tiene a un grupo de cómplices disfrazados de turistas que miran el espectáculo. Esto es para atraer la curiosidad y que uno juegue para luego ser estafado o para desocuparle los bolsillos.