La moda refleja el espíritu de los tiempos. Sean situaciones políticas, económicas, o sociales, esta siempre mostrará cómo confluyen movimientos, caprichos o corrientes culturales duraderas.
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A finales del siglo XX y a comienzos del año 2000 comenzaron a verse fenómenos sociales que impactaban en Latinoamérica de manera simultánea y más rápida que antes. La animación japonesa, las modas de la industria musical y las corrientes que ya estaban desde los años 90, confluyeron para dar lugar a tendencias efímeras que adoptaron muchos de los que eran adolescentes de la época. Fuese por identificación o por pertenecer a un grupo, sin duda se arriesgaron a cambiar su apariencia.
En esta lista encontrarán las modas que hoy por hoy no favorecen a casi nadie y que adoptaron muchos de ustedes. ¿Aún usarían algunas?
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Todo lo darks: Labial oscuro, teñirse el cabello de negro, comprar franelas de grupos de rock, usar cinturones de taches y botas militares. Todo junto, todo revuelto. Muchos siguieron con corrientes mucho más fundamentadas, como el metal y sus derivaciones. Otros lo hicieron siguiendo la onda de festivales como Rock al Parque y la música del momento (System of a Down y su auge comercial).
Todo lo hippie: Existía más de una enamoradiza que veía a un hombre de aspecto desaliñado y natural que le daba todo un cuento para venderle pulseritas. Como amaban lo «alternativo» y comenzaban a leer a Benedetti y a escuchar a Mercedes Sosa, decidieron hacerse una trenza en alguna feria artesanal y a usar toscos collares de semillas.
Miles de pulseras: Todas tenían un significado. Tenían la de su nombre, hecha en hilos (que estaba sucia, todas estaban sucias). La hilada por el rastafarismo (aunque no tienen aún idea de quien era Hallie Selassey). La de sus mejores amigos. La del viaje en la escuela. La de Livestrong, la de la famosa fundación de Lance Armstrong, pero ustedes le daban un significado snob. Y sus manos andaban llenas.
Querían ser «hoppers»: Pantalones cargo, caídos, donde se les veían los calzoncillos. Grandes camisetas de equipos de la NFL. Enormes tenis. Apenas podían entender a Snoop Dog, del que conocían poco o nada. Ni qué decir de las horrendas visceras que se colocaban en el cabello para ser más «cool».
Emo o peinado de «mango chupado»: Comienza la década de 2000 y Beto Cuevas canta «Mentira» en el unplugged con La Ley, con un peinado que copiaron en todos lados. Flequillo ladeado, grafilado y aplastado. Luego de esto, los emos se apropiaron del estilo y ustedes pintaron sus puntas de rosa, azul o rojo, y no podían ni ver.
Jeans: Descaderados, que a las más voluptuosas les hacía ver todo lo que no querían que se viera. Rasgados, para verse más «rebelde». Lo chistoso es que volvieron.
Hardcore: Grupos como Linkin Park, System of a Down, Korn y Papa Roach influyeron el estilo de miles de jóvenes, que se veían más anchos de lo que eran en realidad. Horribles capri para hombres, vans, y camisas gigantescas hacían parte del look.
Infames sudaderas: Sudaderas con inscripciones o brillantes, o de terciopelo, en colores pastel, mandaron en toda la década. Lo mejor: Se siguen vendiendo.
Zapatos de Spice Girls: Las Spice Girls tenían estilo propio, pero lo que más impactaba eran sus grandes tenis de plataforma. Más de una niña de 12 años los tuvo, y casi no podía andar con ellos.
Moda skater: La marca Blind, de la calaverita skater, fue la más usada por los jóvenes de la década. Usaban pasamontañas, gorros de lana, grandes chaquetas deportivas con enormes capris que los hacían ver desproporcionados.
Paris Hilton: Ni crean que la heredera era lo que es hoy, de hecho algunos de sus looks eran excéntricos y exhibicionistas, como el que tiene en ‘The Simple Life». Chalecos de denim, mostrar la tanga, minifaldas, sandalias fucsia con brillos, toda su estética fue ampliamente copiada.
Blusas deportivas: Licradas, de color pastel y con inscripciones. Eran el MUST de las niñas de 13 años de la época.
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