La discriminación por factores culturales ha colocado a muchas mujeres y niñas del mundo en una posición de salud desventajada.
Según la Organización Mundial de la Salud (OMS), algunos de los factores socioculturales que hacen que las mujeres no tengan acceso a la salud son las desigualdades en las relaciones de poder entre hombres y mujeres, así como las normas sociales que reducen las posibilidades de recibir educación y encontrar oportunidades de empleo. Asimismo, la atención exclusiva a las funciones reproductoras de la mujer y el padecimiento potencial o real de violencia física, sexual y emocional coloca a las féminas en una posición de salud desventajada.
La pobreza también afecta más la salud de las mujeres, debido a la mala nutrición y la constante exposición a las cocinas de combustibles existentes en muchos países pobres.
