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20 alternativas para no castigar a los hijos

La educación consciente propone que los padres no controlan a sus hijos con sobornos, recompensas, amenazas, o castigo de ninguna clase

Ser padre es dificil la mayoría de las veces y más a la hora de corregir alguna conducta de los hijos; en esa situación, los padres se enfrentan a la disyuntiva de castigar a los menores o dejar pasar una mala conducta.

Aletha Solter, psicóloga del desarrollo suizo-americano y reconocida internacionalmente como una experta en disciplina no punitiva, propone una educación consciente en la que los padres no controlan a sus hijos con sobornos, recompensas, amenazas o castigo de ninguna clase.

La educación consciente cuestiona gran parte de las ideas tradicionales acerca de la crianza infantil y propone nuevos enfoques que puede modificar profundamente la relación del progenitor con su hijo o hija.

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Con base en los principios de la educación consciente, Solter propone 20 alternativas al castigo:

1. Buscar necesidades subyacentes.
    Ejemplo: dé algo a su hijo con lo que pueda jugar mientras hacen cola.

2. Ofrecer información y razones.
    Ejemplo: si su hijo raya la pared, explica por qué pintamos sólo en papel.

3. Buscar sentimientos subyacentes.
    Reconozca, acepte y escuche los sentimientos. Ejemplo: si su hijo le pega a su hermana pequeña, anímele a que exprese su enfado y sus celos de manera inofensiva. Él podría necesitar llorar o rabiar.

4. Cambiar el entorno.
    A veces es más fácil que tratar de cambiar al niño. Ejemplo: si su hijo saca las ollas de la cocina repetidamente, ponga un cierre de seguridad donde guardes esos utensilios.

5. Buscar alternativas aceptables.
    Redirija el comportamiento de su hijo. Ejemplo: si no quiere que su hijo construya un fuerte en el comedor, no diga simplemente no. Dígale donde sí puede construir uno.

6. Demuestre cómo quiere que su hijo se comporte.
    Ejemplo: si su hijo tira de la cola a un gato, muéstrele cómo se cuida a un gato. No confíe sólo en las palabras.

7. Dé elecciones más que órdenes.
    Tomar decisiones otorga poder a los niños. Las órdenes invitan a una lucha de poder. Ejemplo: “¿Te gustaría lavarte los dientes antes o después de ponerte el pijama?”.

8. Haga pequeñas concesiones.
    Ejemplo: “Dejaré que te saltes el lavarte los dientes esta noche porque estás muy cansado”.

9. Proporcione un periodo de preparación.
    Ejemplo: si tiene invitados para cenar, dígale a su hijo cómo usted espera que se comporte. Sea específico. El role-playing puede ayudar a preparar al niño para situaciones potencialmente difíciles.

10. Deje que ocurran las consecuencias naturales (cuando sea apropiado).
    No rescate demasiado. Ejemplo: un niño que no cuelga su traje de baño y su toalla podría encontrarlos todavía mojados al día siguiente (pero no cree consecuencias artificiales).

11. Comunique sus propios sentimientos.
    Diga al niño cómo le afecta su comportamiento. Ejemplo: “Estoy cansado de recoger migas del sofá”.

12. Use acciones cuando sea necesario.
    Ejemplo: si su hijo insiste en cruzar la calle corriendo, agárrale la mano firmemente (mientras le explica los peligros).

13. Abrace a su hijo.
    Los niños que se comportan de forma agresiva u odiosa se pueden beneficiar del abrazo, de un modo amoroso y compasivo, que les permita canalizar sus sentimientos reprimidos en lágrimas curativas.

14. Retire a su hijo de la situación y quédese con él.
    Use el tiempo para escuchar, compartir sentimientos, abrazar a su hijo y resolver conflictos.

15. Hacerlo juntos. Sea juguetón.
    Muchas situaciones de conflicto se pueden convertir en juegos. Ejemplo: “Hagamos que somos los siete enanitos mientras limpiamos”. “Hagamos turnos cepillándonos los dientes el uno al otro.”

16. Distienda la situación con risas.
    Ejemplo: si su hijo esta enfadado con usted, invítele a expresar su enfado con una divertida pelea de almohadas. Juegue su parte rindiéndose dramáticamente. La risa ayuda a resolver la rabia y los sentimientos de impotencia.

17. Haga un trato, negocie.
    Ejemplo: si está preparado para irse del parque y su hijo se lo está pasando bien, alcance un acuerdo con él acerca del número de veces que podrá tirarse del tobogán antes de irse.

18. Hacer juntos resolución de conflictos.
    Discuta los conflictos en curso con su hijo, exponga sus propias necesidades, y pídale ayuda para encontrar soluciones. Determine las normas junto con su hijo. Tenga reuniones familiares.

19. Revise sus expectativas.
    Los niños pequeños tienen sentimientos y necesidades intensos y son naturalmente ruidosos, curiosos, desordenados, tercos, impacientes, exigentes, creativos, despistados, miedosos, egocéntricos y llenos de energía. Trate de aceptarlos como son.

20. Tómese un descanso.
    Abandone la habitación y haga lo que necesite para recuperar la compostura y el buen juicio. Ejemplo: Llame a un amigo, llore, medite, o báñese.

Copyright © 1996 por Aletha Solter.

Se puede encontrar una descripción de esta filosofía de la educación en los libros de Aletha Solter: Mi bebé lo entiende todo, Mi niño lo entiende todo, Llantos y rabietas y Juegos que unen. Sitio web: www.awareparenting.com (Aware Parenting Institute).

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