Seguro ha comido quesos de todas las clases o tiene un amigo que le encantan aunque se vean como bloques azules o verdes roñosos y huelan peor que la más fuerte pecueca. Bueno, ahora sí puede decir que un queso huele tan mal que parece hecho con sudor de pies.
Y es que dos científicas en Irlanda crearon 11 tipos de quesos a partir de bacterias de la boca, los pies, ombligos y hasta lágrimas de humanos. Cada pieza está hecha de un donante distinto, un olor particular y están exhibidos en la muestra ‘Selfmade’. Quienes asistieron a la exposición no pudieron probar el producto final, pero sí olerlo y ver un video en el que se describía el proceso de elaboración.
Sí, es parte arte y parte un trabajo científico, pero el objetivo, según la bióloga Christina Agapakis, era demostrar que se pueden aprovechar las partículas humanas para generar nuevos productos. Así que ya sabe, cuando vaya a comprar queso pida alguna clase de certificado para que no se esté llevando queso de humano.
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