Es típico: entra a la oficina muy tranquilo, ve el reloj y son las 9, se pone a ‘trabajar’ y se da cuenta de que ya son las 11:30. Lo peor, no hizo nada de lo que tenía que realizar y por ende ya está retrasado.
Haga una lista
De nada sirve que vaya a hacer una lista con todo lo que tiene que hacer en el día si la va a perder entre todos sus documentos. Lo que debe hacer es pegar la lista en un lugar visible de su lugar u oficina, a un lado de la pantalla de la computadora o del teléfono.
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Ponerse de pie si lo visitan en su lugar
Siempre que alguien se acerque a su espacio de trabajo para hablar o para organizarse para algo, siempre levántese para mantener la conversación. La gente no aguanta mucho estando de pie en la oficina, así que aproveche para caminar hacia el lugar de su compañero y déjelo ahí. Regrese pronto a tu lugar a trabajar.
Olvídese de las redes sociales
Revisar su correo, sus redes sociales o estar mucho tiempo en internet, lo pueden distraer al tope. Haga un horario que le permita revisar redes sociales sin distraerlo.
Nada de “mañana lo hago”
Nunca deje algo importante para después o para el día siguiente por atender asuntos de carácter personal. Solucione sus problemas y déjelos fuera de la oficina.
Paso a paso
Este paso es muy útil cuando tiene días muy pesados: si empieza justo cuando entra a a la oficina, se darás cuenta que todo lo que haga, lo hará en poco tiempo. Recuerde hacer todo paso a paso y con calma.
Hágalo y ya
Despeje su escritorio de todo lo que le pueda distraer, apague su celular y póngase a trabajar. Puede hacerse un letrero que diga “si no se está quemando, desangrando o renunciando, dígamelo mañana”.